Es un hecho que en las guías de viaje se recogen direcciones de interés desde el punto de vista cultural: museos, calles representativas de cada ciudad, restaurantes eso sí; pero en el apartado de compras no se encuentra nunca un directorio interesante de establecimientos donde comprar cacharros de cocina, vajilla vintage, objetos decorativos especiales para dar un toque distinto a nuestro hogar.
Y en algunos casos, como el mío, para componer fotografía gastronómica con esas maravillas que vemos en las galerías de Instagram de perfiles nórdicos o de Canadá.
Por eso me he propuesto iros mostrando poco a poco mis descubrimientos, mi agenda secreta, de tiendas imprescindibles donde encontrar esas cosas bonitas que hemos visto en fotografías pero no sabemos dónde conseguir.
En mi libro “Estilo en tu mesa: Ideas y Recetas” hay una relación bastante completa sobre las ciudades de Nueva York, Londres y París. Y direcciones también en Barcelona y Madrid. Y en este blog en el apartado Shopping hay bastante material.
Hoy nos vamos a Amsterdam, a visitar un imprescindible como es Weldaad, que sencillamente os va a encantar.
Weldaad está situado en la zona centro y más turística de la ciudad, en la Reestrat 1, aunque si no tenemos referencia de esta fantástica tienda la podemos dejar a un lado sin darnos cuenta.
Desde afuera no se ve demasiado ya que la entrada es algo oscura, luego en la primera entreplanta hay más luz.
En esta tienda hay algo de mueble antiguo, mesas maravillosas y sillas y taburetes para llevarse directamente puestos. Lástima que viajamos en avión, porque si fuera en furgoneta no quiero ni pensar lo que hubiera sido de aquella mañana hace unos meses….
En cualquier caso, me hice con aquello que razonablemente pensé, pese a su considerable tamaño, que podría entrar en mi maleta, o en su defecto en el cofre del avión.
Las bandejas de hierro que veis abajo a la izquierda, me parecieron fantásticas como fondo para fotografíar así que una de ellas se vino conmigo a España. Podeís ver el efecto AQUI o AQUI.
Como decía, desde la planta a pie de calle se accede a una pequeña entreplanta, pero también a un semisótano que es como la cueva de Ali Babá.
Abajo podéis observar lo que os digo y adivinar un poco lo que asoma en cada una de estas estancias que son como para entrar y no salir en las siguientes dos o tres horas.
La entreplanta es luminosa, tiene unas grandes ventanas a la calle por donde se ve el canal, las bicicletas, unas vistas muy de Amsterdam. Como veis objetos vintage, como esa jarra y esa bandeja para el aseo, y a la derecha una colección de vasijas y pequeños jarrones en esos tonos azules que ahora se han puesto tan de moda.
Los locales de esta ciudad; y ahora me refiero ya a otro tipo de establecimientos, como restaurantes, cafés, tiendas de ropa, hoteles, tienen un aire nórdico auténtico, todo lo que es tendencia lo vamos a ver reflejado en muchas de las estancias en las que vamos a pasar el tiempo en esta ciudad.
Así que luego, no es difícil encontrar esos mismos objetos a la venta en tiendas como ésta o en otras como Pluk, de la que os hablé hace unas semanas. Otro lugar que merece la pena visitar.
Por cierto, os habéis fijado en el suelo de Weldaad? Es maravilloso. Las casas situadas en el centro de Amsterdam tienen unos suelos ideales, y su estructura es como la de las casas de cuentos. Altas, estrechas, con escaleras a prueba de vértigo. Normalemente un apartamento se compone de tres plantas, de modo que se vive, digamos… en vertical.
Ya os imaginaréis que nada más ver las tablas que están sobre esa mesa de cocina antigua me quedé prendada, sí, ya sé que probablemente las hayáis visto en algún lugar en España (yo recuerdo un sitio, pero costaban del orden de los 60 euros y me fui pensando que ya volvería otro día).
Aquí, la pequeña, que no lo es tanto, y si no mirad esta FOTO en la que la utilicé, me costó 22 euros así que la uní a la bandeja de la entrada, con la sensación de que mi margen para almacenar más cosas de cara al viaje de vuelta comenzaba a ser más bien estrecho.
Este rincón al lado de la ventana me pareció muy especial. Esos vasos como de siempre, ese candelabro que…. pena de furgoneta/caravana…. aunque bien pensado, tampoco hubiera podido darle una salida digna en mi casa.
Y siempre con esas maravillosas vistas al típico Amsterdam de las bicicletas y los edificios de ladrillo pequeño.
A esta tabla le hice una foto que podría titular “la tabla que jamás me podré comprar hasta que no me mude a una casa de 800 metros, o sea nunca”.
No es maravillosa?
Flores, marcos con aire romántico, cojines de pelo, lámpara esmaltadas, armarios de madera pintada, y cientos de jarras, jarretas, vasos, vasitos…. bandejas, velones, cajas de todos los materiales y tamaños, en un ambiente y con una luz que hacen de Weldaad un lugar con mucho sabor.
Pero lo mejor está por llegar y nos espera en el semisótano, del que sólo he podido rescatar un par de fotos de todas las que hice por la falta de luz.
Suelo viajar con una Canon, la G20 Power Shot, que es compacta pero más que suficiente para no andar cargando con mucho peso, aunque hay momentos como éste en que me hubiera encantado poder captar con más detalle todo lo que allí encontramos.
De nuevo mi bandeja, la veis? en la estantería central, junto con otras redondas. Es esta estancia un lugar en que directamente te quedas en silencio y embobada con las joyitas que se pueden encontrar. Hay una cocina antigua que no estáis pudiendo ver, una enorme lámpara industrial en el techo, un peso antiguo, cañerías de cobre a la vista, cubos de zinc, y lo mejor de todo, está en uso (hay una pila que es un fregadero, con jabón, y paños; unos secos, otros mojados… )
No sé exactamente si debería haber bajado aquí, si forma parte de la exposición de la tienda, o es un pequeño almacén. Pero está absolutamente accesible a cualquiera, y no hay que perdérselo.
Un lugar para comprar artículos de aire industrial o vintage para la cocina o la casa, sencillamente maravilloso. De visita obligada si viajas o piensas hacerlo a la ciudad de Amsterdam.