Dos años escribiendo sobre restaurantes, eventos gastronómicos, y contando y fotografiando recetas a lo largo de exactamente 300 post me autorizan sobradamente para valorar lo que supone gestionar y editar un blog gastronómico, y cuales son sus ventajas e inconvenientes.
“Perdona la indiscreción? tu vives de ésto?” “Se gana dinero?”.
La gente que está al otro lado lo tiene muy claro. Rentabilidad. Esa es la mayor preocupación. Y bien, es rentable tener un blog de….. recetas???
En los próximos párrafos os voy a responder de forma muy clara a estas cuestiones que tanto interés despiertan entre nuestros lectores y entre los bloggers que empiezan.
El día que decidí empezar a escribir ordenada y casi diariamente sobre mis recetas, mis cenas y mis peripecias gastronómicas en un blog, no tenía ni la menor idea de lo que estaba por venir. No sé muy bien por qué lo hice, seguramente como hacen los niños que aprenden de sus padres “por imitación”. Yo leía blogs.
Mi primer reto fue ser visible para google. Existir. Cuando uno escribe quiere tener lectores y yo quería tener muchos lectores, en la actualidad los suficientes para sentir que he cogido velocidad de crucero y que ésto marcha.
Bien, hasta ahí muy bonito. Me lee mucha gente, si, pero mi blog se abre de forma gratuita igual que se descarga la música del ordenador. Qué ventaja obtengo de todo esto?
Y…… cuál es el precio que hay que pagar para estar bien situado en esta “partida de Monopoly gastronómico” que representa formar parte de la comunidad de bloggers de cocina?
10 VENTAJAS.
1- Tengo amigos repartidos por todo el país. No lo esperaba. Siempre me ha parecido un poco marciana la gente que decía haberse conocido en internet. Los bloggers nos hacemos visibles gracias a las redes sociales. Interactuamos en Facebook, twiter e instagram. Hay días en que hablo más con mi amiga Patry de La Coruña que con mi madre que está en San Sebastián. Si voy a Madrid Cósima me espera con la cama preparada, y si viajo a Barcelona puedo contar con que Gemma hará de mi estancia una experiencia inolvidable, estoy segura.
Con Patry y Luisa en Barcelona, evento Nestlé.
2- Hablando de hacer amigos…. como cada vez son más las marcas que están interesadas en que probemos sus productos y difundamos sus bondades para el caso de tenerlas (somos baratos y tenemos un público objetivo muy definido) …. casi todas las semanas llegan paquetes a casa, lo cual ha favorecido mi relación con Lucía, que es el cartero de Correos, y los courriers de DHL, SEUR, Nacex, etc… que reparten en La Rioja. Son ya como de la familia.
3- El día de mi cumpleaños recibí 248 felicitaciones. Y eso mola.
4- Resulta que somos influencers, ( ostris! ) y por eso nos invitan a eventos, congresos, cursos y blogtrips. Los blogtrips son viajes de fin de semana para conocer lo mejor de la gastronomía de una zona que se quiere promocionar. Nos alojan en un hotel con encanto, visitamos las empresas que producen los tesoros de ese lugar…. aceite, miel, quesos, chocolate…
Comentamos en tiempo real nuestras impresiones sobre lo anterior en las RRSS, (Facebook, twitter o instagram) nuestros followers pueden seguir lo que está sucediendo en ese momento on line, así que nuestro punto fuerte es la inmediatez en la comunicación.
5- He recuperado mi afición por la fotografía. Para que un blog tenga cierto éxito es necesario convencer con imágenes. Igual que en la publicidad, una imagen siempre vale más que mil palabras. Con catorce años iba ya con mi réflex siempre a todas partes, y cuando llegó la revolución digital me reconvertí a las compactas y sufrí una involución. Esto está cambiando y he retomado mi relación con la luz, los objetivos, las composiciones armónicas. Veo la realidad en 3:2.
6- Cuando visitamos un restaurante objeto de nuestro interés no nos dedicamos sólo a comer sino a comunicar, de nuevo en tiempo real, nuestra experiencia personal en la mesa que siempre puede ser útil a futuros comensales. Para completar la información tratamos de mantener una conversación con el artífice del menú, siempre interesante y de la que siempre vamos a aprender. Observar al chef entre bambalinas, y ver su espectáculo desde primera fila de butacas es un privilegio.
7- He notado un considerable ahorro en mi gasto en ropa; podríamos decir que “he cambiado Bimba y Lola por Zara Home”, por ponerle un titular. Sin duda es mucho más económico un plato bonito que un pantalón, y como no quiero cambiar de talla hace bastante que no me compro ninguno.
Porque señores y señoras el blog engorda por razones que son obvias. Hay quien dice que me favorece, básicamente mi madre, que antes estaba demasiado delgada. En fin.
8- Soy menos chapas con mis amigos, el blog es un instrumento perfecto para el desahogo, al menos si uno lo concibe como una bitácora. Hay cosas que las cuento aquí y ya no tengo necesidad de volverlas a contar. Escucho más…. y eso es bueno.
9- He aprendido a cocinar. Bueno algo ya sabía…. pero ahora elaboro mi propio foie, hago macarons y unos éclairs que te mueres.
10- Un blog es una valiosa herramienta de marketing y comunicación. Si pretenderlo he creado la marca “To be Gourmet”. Ahora estaría en mucha mejor disposición que hace un par de años, si lo considerara oportuno, para crear un negocio bajo ese nombre: Un catering, una tienda on line, una escuela de cocina.
A través de mi blog puedo demostrar ciertas habilidades muy bien definidas, siendo una valiosa tarjeta de presentación.
Un blog no constituye una fuente de ingresos sustancial en sí mismo, al menos suficientes como para vivir de él, pero es un puente para colocarte en la situación de conseguirlos de muchas otras formas y maneras.
5 DESVENTAJAS
1- He notado que cada vez me invitan menos a comer o cenar. Existe un absurdo miedo escénico a cocinar para mí. Mis amigos empiezan a pensar que sólo me van a poder satisfacer ofreciéndome platos muy elaborados, postres churriguerescos y café acompañado de petit fours.
2- Mi hijos están seriamente insatisfechos e insisten en que deje de cocinar “cosas raras”. Mi marido no soporta tener que esperar a que acabe de fotografiar la comida para sentarse a la mesa. Empiezo a tener problemas con la familia.
3- He comenzado a tener manías persecutorias. Cuando frecuento sitios muy concurridos pienso que por cuestiones estadísticas me está observando algún fan o seguidor, pero no sé quien es. Esto me pasa desde que han empezado a abordarme algunas personas en la calle o en alguna tienda preguntándome “si era yo”. Al principio resulta divertido, pero cuando alguien me mira fíjamente, mientras me sujeto a la barra del autobús urbano, me asalta la duda y si llevo una bolsa del Lidl la intento ocultar…. no es mi intención ser la embajadora del slogan “la calidad no es cara” es más, la mayoría de las veces es justo al contrario. Con una bolsa de la plaza de Abastos me siento mucho más yo.
( Editado: menudo lío se montó en twitter con este punto…. hubo quien no contempló la posibilidad de que todo esto vaya de absoluta coña… de verdad hay quien pueda creer que estoy tan fatal? )
4- Cocino cosas absurdas en días inapropiados como una tarta de cuatro pisos un martes del mes de febrero. Luego no sé que hacer con ella.
5- Estas Navidades todos los dedos apuntaban hacia mí. “Ella, quién si no va ha hacer la cena para los veintiocho?”. Creo expectativas sin intención alguna, incluso con la intención absolutamente contraria.
Ventajas y desventajas personales, que estoy seguran compartirán en mayor o menor medida mis compañeros bloggers. Y ahora volvemos a la pregunta con la que comenzamos esta disertación. Es rentable mantener un blog gastronómico?
Beatriz.