Samantha Vallejo Nájera creó su propia empresa Samantha de España Catering hace casi veinte años, pero nunca ha sido tan conocida en su faceta culinaria como en estos momentos, y todo gracias al Talent show gastronómico “Master Chef“. Un formato televisivo importado de Gran Bretaña que se estrenó en nuestro país el 10 de abril de este año en TVE y en prime time.
Al principio le costó arrancar pero en poco tiempo logró posicionarse arrasando en las redes sociales y convirtiéndose en trending topic nacional con casi tres millones de espectadores. Anteriormente, Alberto Chicote revolucionaba la parrilla televisiva con su “Pesadilla en la cocina” (emulando a Gordon Ramsay) con el primer reality culinario en nuestra televisión.
Y actualmente, junto con Angel León y Susi Díaz, se nos presenta con una adaptación de “Top chef” americano que lleva ya once temporadas en antena.
San Sebastián Gastronomika, en su XV Edición, no ha sido indiferente a este fenómeno, y lo ha presentado como una de las grandes novedades y exclusivas dentro de su prestigioso programa. De esta forma, en la jornada del martes 8 de octubre la Sala de Cámara de Kursaal fue la sede en primicia de un “Master Chef Junior”.
Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nájera, y Pepe Rodríguez nos ofrecieron un adelanto de lo que los espectadores podrán ver a partir de Diciembre en sus pantallas. En donde encontraremos, según palabras del primero, “un Pepe más dócil y más blando”.
El formato se concibe bajo un punto de vista didáctico y educativo. Antes de este novedoso show, los niños convocados al Auditorio del Kursaal pudieron aprender de cocina y conocer los beneficios de muchos productos que en teoría no les gustan, y ello de la mano de cocineros como Mario Sandoval y Ramón Roteta entre otros.
Se les habló de los secretos que pueden convertir un plato de pescado en un suculento y atractivo bocado. Repasaron la pirámide de la alimentación y aprendieron también que la cocina puede ser una salida laboral más que apetecible después de los estudios.
En el escenario seis niños, elegidos por sus respectivos colegios de San Sebastián, cocinaron junto al famoso jurado de Master chef. En la imagen Patxi Muñoz uno de los favoritos con Jordi Cruz.
“Los chavales donostiarras llevan la cocina en vena” decía Pepe Rodríguez admirado por la destreza que exhibía el jovencísimo Jon Martinez cortando y preparando un plato con chipirones.
Los protagonistas sufrieron en sus carnes toda la presión de la telerrealidad. Se les presentó una caja misteriosa con ingredientes sorpresa para preparar un plato en tan sólo 30 minutos.
No sé cómo se nos presentará el programa que TVE tiene preparado para estas Navidades, pero en Gastronomika, los jueces fueron colaboradores y benevolentes ayudando en el último momento a conseguir rematar los platos que los niños tenían en mente. Samantha nos decía “Me ha encantado porque han sentido esa tensión cocinando que se experimenta cuando se está al otro lado”.
Jordi por su parte comentó “Pensaba que harían una trastada al no saber con qué se encontrarían, pero han cocinado genial con una destreza que no esperas para un chaval de esa edad”.Y nos decía sonriendo y entre bromas “después de Enero, me da miedo que en las casas de este país los hijos cocinen más y mejor que sus padres”.
Con él tuve la oportunidad de entrevistarme después de una mañana muy ajetreada en la que además de participar en el reto de estos jóvenes frente a los fogones, nos ofreció una ponencia dinámica y entretenida junto a su compañero de batallas Pepe, el chef de El Bohio, en la que además nos presentó la última novedad en su restaurante Ábac: Unas “fabes verdinas con panceta, almejas y flores”, servidas en un caldo vegetal con langostino.
Al mismo tiempo manifestaba a los que allí nos encontrábamos que “Es absurdo decir que todo está inventado. Lo que hay que tener son ganas”.
– Sin duda el formato de Master Chef es algo totalmente novedoso en el mundo de los programas de cocina, crees que ha influido en la manera de percibir la gastronomía por parte del público?
Espero que sí, que haya contribuido a que la gente conozca mejor nuestro trabajo. Antes pensaban que cocinar era sencillo, ahora valoran más lo que supone la actividad en un restaurante, el trabajo que hay detrás de un plato.
– Ahora os presentáis con la versión infantil, qué me puedes decir al respecto?
Durante Master Chef comprobamos que una gran parte de la audiencia era infantil. Eso fue toda una sorpresa. Por eso pensamos que sería buena idea llevar a la pantalla un Master Chef Junior y que iba a tener una gran acogida como así ha sido.
Los chavales no tienen miedo a la cocina, a trabajar con los productos. Ahora ya piden que un plato además de rico sea “bonito”.
“las niñas son más de ensaladas y presentaciones cuidadas, los chicos son más de guisotes” apostilla Pepe que lo tenemos al lado.
– Supongo que eres consciente de la repercusión en las redes sociales del programa de Master Chef. Ha tenido alguna influencia en el devenir del mismo, las opiniones que han sido vertidas en medios como twitter?
En absoluto, el programa iba tres semanas por delante de la emisión. Si es cierto que hubo un giro en el estilo, pero fue cosa nuestra, decidimos que nos sentíamos más a gusto un poco más relajados, no tan firmes como al principio.
– Eres activo en las redes sociales, qué opinión te merecen?
Yo estoy siempre con la tecnología y a favor de la tecnología en todos los ámbitos. Twitter tengo desde hace poco, Pepe por ejemplo no tiene y Samantha está un poco a medias, pero hay que reconocer que todo lo que sea dar publicidad es bueno.
– Jordi, has notado la repercusión del programa Master Chef en tu restaurante?
Si, mucho, antes la mayoría de los clientes eran extranjeros, ahora tengo la suerte de poder mostrar mi cocina a la gente de mi país, y eso es una satisfacción muy grande.
– Que poso esperas que dejen en la gente programas del estilo de Master Chef, y Master Chef Junior?
Espero que ayuden a difundir nuestra profesión, a dignificarla sin vulgarizarla. En las casas por el trabajo y las circunstancias cada vez se cocina menos. También espero que sirva para que los niños cocinen más. Que algo cambie si es posible, en ese aspecto, estaría muy bien.
Ya más relajados y charlando de otras cosas le confesé a Jordi y Samantha que tuve que frenar a mi hija Marta en su ímpetu de presentarse como fuera a las pruebas de Master Chef. “Pero sabe cocinar?” me preguntó ella… “Nooo… pero le gusta un montón, nos hemos dado un año para aprender a hacerlo mejor y luego a por ello!” contesté yo.
“A mí me gustaría cocinar con mi hija, algún fin de semana lo hago” me dijo Samy, “pero no tanto como quisiera, no tengo tiempo”.
Lo que no saben mis Master Chefs es la pelotera que he tenido recientemente en casa. Me dio por decirle a mi Marta de que eso de que te seleccionaran para el concurso era poco menos que imposible. Y le puse un ejemplo de lo más culinario:
“Mira, tu te tienes que imaginar el maletero del coche de papá lleno de garbancitos, bien, pues tu eres uno de ellos y de todos esos miles una mano va a seleccionar sólo 15. Lo ves? es imposible”. A Marta se le quedó cara de haba.
Hace una semana mi hijo mayor entró por la puerta de casa diciendo “No te lo vas a creer mamá! A Mario de mi clase le han cogido en Masterchef!!!”
Mi teoría de los garbancitos a tomar viento. Me veo a partir de ahora enviando tapas de yogures y etiquetas de Nescafé, y comprando las rifas de viaje de fin de curso de todos los colegios, porque Marta se va a encargar de recordarme que la “muybuena” suerte existe.
En San Sebastián Gastronomika también se esperaba al mediático Alberto Chicote, que se presentó el viernes en el escenario del Auditorio del Kursaal con una versión muy particular del “Iron Chef” en la que los cocineros Iñigo Lavado, Rafa Peña, y Javier Olleros tuvieron 45 minutos para preparar un plato con los mismos ingredientes pero sin conocerlos de antemano. No fue una competición sino un rato divertido y una demostración de la capacidad de los participantes. “Tres tipos de mucho prestigio” decía Chicote, “se nota donde hay talento y donde hay creatividad”.
Su nuevo programa “Top chef” no es un espacio de cocina sino con cocina, pero él está encantado porque nunca hasta ahora este tipo de programas había tenido un hueco en prime time, ni despertado tanto interés. En nuestro país gusta mucho la comida, nos atrae ver ese mundillo, dice el coacher culinario, y a nosotros nos gusta que nos vean, que vean lo que se está haciendo en las cocinas.
A propósito de “Pesadilla en la cocina” Chicote recibe muchos tuits en los que le piden visitar restaurantes que merecen una inspección seria.
“Vente aquí que tienes para rato”. En Gastronomika le preguntamos si no se asustaban al verle entrar en estos locales que aparecen hechos un desastre. “Yo soy el que me asusto, la pesadilla es la que vivo yo” contesta.
Su primer contacto con las redes sociales fue en 2007 cuando alguien le comentó que existía facebook aunque no podía atenderlo. Luego llegó twitter que aunque no terminaba de entenderlo, enseguida le cogió el tranquillo. Hoy tiene un perfil propio gestionado por el mismo pues no quiere dejar en manos de un tercero algo que es muy particular.
Doy fe de esto último y me presento como @tobegourmet porque hemos interactuado en varias ocasiones. Le digo también que por una vez me encanta la tela de su camisa, amebas y tonos azules muy de moda, podía ser perfectamente la de alguno de mis vestidos de Vilagallo.
Los días en que hay programa es una locura, no puedes atender a todas las menciones, comenta. Y también dice que le cuesta escribir cortando palabras “no se escribir con K” pero le encanta la posibilidad que ofrece esta red de escribir “lo que te salga de las narices”.
San Sebastián Gastronomika-Euzkadi Basque Country ha sabido recoger las tendencias más pujantes de la actualidad gastronómica con ésta completa representación de la cocina en la televisión que está siendo todo un boom. Estos talent shows son sin duda un fenómeno que ha llevado a la gastronomía a lo más alto de share televisivo. Y con Londres de ciudad invitada, no pudo faltar en esta cita culinaria de repercusión internacional, una representación de la cocina de Gordon Ramsay con su embajadora Clare Smyth, primera mujer con tres estrellas Michelín en Reino Unido.