Uno de mis postres favoritos es el tiramisú. Todavía no lo he hecho en casa, pero cualquier día me pongo y lo hago.
Esta receta parte de la fusión de otras dos. Fue una casualidad. Miraba en un librito que tengo; en la página izquierda me había llamado la atención una “Mousse de yogur con coulís de violetas”, pero en la de la derecha, figuraba otra que se llamaba “Crema de mascarpone con pasas”.
Me encantó lo del coulís de violetas pero añadírselo a una mousse de yogur me parecía menos especial que maridarlo con una crema de mascarpone.
Este coulís me ha parecido un gran descubrimiento y estoy segura que lo voy a emplear para más cosas; rellenar bombones…. humedecer bizcochos, y por qué no…. añadírselo a una mousse de yogur algún día.
Para llenar este vasito, que es de los postres que vienen en tarro de cristal, necesitaríamos 200 g de caramelos de violeta, un poquito de agua y algo de paciencia.
Al final se trata de hacer con ese agua, más bien templada, lo mismo que hacemos con nuestra boca cuando los saboreamos…. diluirlos poquito a poco. Para eso los ponemos en un cazo con dos o tres cucharadas de agua y lo movemos suavemente como si hiciéramos un pil-pil, con algo de temperatura pero poca.
Es más sencillo si los machacamos antes. Y también podemos simplemente dejarlos ahí, unas horas, a que se disuelvan solos. Yo como soy impaciente, lo hice de esa forma meciendo el caramelo y dándole calor.
Hice la prueba con 100 g porque sabía que me lo iba a acabar tomando yo sola. Calculad entonces que con el doble llenaríamos el recipiente. Luego me arrepentí, porque entiendo que una vez hecho, ésto ha de durar por mucho tiempo, y no me hubiera importado tener reservas.
De hecho es posible que un día de éstos prepare medio kilo y lo deje a la espera de alguna comida o cena, porque ya vereis que la crema de mascarpone se hace muy fácilmente, y si ya tenemos el coulís se improvisa un postre en un periquete.
Os dejo la receta para cuatro copas como ésta.
Ingredientes:
- 100 g de caramelos de violeta.
- Agua.
- 250 g de queso mascarpone.
- 3 huevos XL.
- 100 g de azúcar.
Preparación:
En primer lugar ponemos en un cazo los caramelos machacados con 3 cucharadas de agua. Si dejamos que se disuelvan sólos tardarán unas horas; si queremos acelerar el proceso, podemos calentar muy ligeramente el cazo cada 10 minutos, apartarlo y remover. Si vemos que con el tiempo está muy espeso, vamos añadiendo cucharadas de agua, al fin y al cabo, si le damos calor se va evaporando. El tema es encontrar el punto de densidad que nos apetezca; ni muy grueso ni muy líquido. Como un sirope.
Mientras, batimos las yemas con la mitad del azúcar hasta que tengan punto de relieve. Podéis hacerlo con la thermomix, en velocidad 3 unos 4 minutos y reservamos. Por otro lado, montamos las claras a punto de nieve con el resto del azúcar. En thermomix programaríamos 3 minutos y medio a 37º , vel 3 y medio, añadiendo el azúcar cuando queden 30 segundos. Reservamos de nuevo.
Incorporamos el queso a las yemas e integramos. Podéis hacerlo con una batidora o con thermomix. Por último y muy suavemente añadimos las claras montadas con movimientos envolventes.
Lo presentamos en un vaso o en una copa, mejor transparente para que se vea lo bonito que hace las capas de mascarpone con el coulís de violetas. Empezando por un poco de violeta, y acabando con el mascarpone y un carmelo para decorar.
Una vez servido podéis dejar a mano un poco más de caramelo de violeta por si hay algún goloso que se quiere añadir más. Yo sin ir más lejos.
Ciertamente una combinación muy agradable, que se servimos en una pequeña ración que permite la flexibilidad de acabar o repetir con un poco más. La presentación ya veis lo bonita que es, con lo que es ideal para fiestas o celebraciones.
Presentado en copa de cóctel queda fantásticamente. Un postre, por otra parte, con un sabor diferente y de gran personalidad. Algo único y original con lo que estoy segura que triunfaréis.