Para hacer este plato estupendo ni tan siquiera hace falta saber freír un huevo. Pero es tan delicioso y visual que os vais a quedar con cualquiera. Se trata del timbal de patata y huevo.
Os animo a que invitéis a vuestros amigos a una cena informal. Anunciad que no os vais a complicar la vida que será a base de huevos con patatas. Y sorprendedles con ésto.
Un delicioso puré de patata casero hecho con mantequilla, un huevo frito de gallinas de corral y cebolla crujiente. Se prepara en un santiamén y queda uno de maravilla.
Bueno, en mi caso con todo el mundo menos él que no soporta el huevo, ni frito, ni cocido ni de ninguna manera. Creo que ya conocéis la anécdota de la chimichanga….no??
Da igual, os la vuelvo a contar porque me encanta.
Hay que situarse en un avión de Mexico air lines. Vuelo Los Angeles-La Paz. Nos dirigíamos a Los Cabos, en la baja California. Muy de moda ahora.
Azafata que se acerca y nos ofrece comer algo …. “Qué desean omelette o chimichanga?”. Yo con cara de poker, porque lo de la chimichanga no lo había oido en mi vida, pero la omelette de avión me daba un poco para atrás… Así que la cosa pintaba un pelín complicada.
El sin embargo, no tardó ni segundo y medio en decir con total seguridad y confianza “chimichanga por favor!!” Con un tono de voz incluso alto, para que quedara bien claro. Yo le seguí por pura inercia porque no sé si estaba más perpleja por la palabreja o por la determinación con la que había elegido lo único que nos íbamos a llevar a la boca en toda la mañana.
Cuando la azafata de tez morena, pelo negro y voz dulce avanzó un asiento para seguir asestando la preguntita al resto del pasaje…le susurré al oído… “oye…. qué es eso de chimichanga?” El viaja bastante y daba por supuesto que no era la primera vez que lo habría probado.
“Ni la menor idea!!” me contestó. “Pero omelette ni por el forro!”
Palidecí pensando en la chimichanga que venía de camino y el aspecto que tendría….
Pero nunca olvidé los límites que puede alcanzar a aversión de una persona por un plato. Y si hasta entonces no le había hecho mucho caso en aquella manía por los huevos, desde ese día me lo empecé a tomar un poco más en serio. Hay que ser muy huevófobo para lanzarse sin pensárselo dos veces al abismo de la chimichanga.
Este plato queda muy bonito servirlo así mismo en la mesa, dentro del aro de emplatar.
Este es un tanto especial, mide 6×6. Lo compré expresamente para el pastel que diseñé para presentarlo en Barcelona en un Show cooking que haré con Nestlé el 13 de mayo.
Como siempre que compro estas cosas no puede llevarme sólo uno, así que como tengo varios, me permiten dar sorpresas como ésta. Pero con un par os basta, vais emplatando poco a poco.. y servís así.
Ingredientes para cuatro personas:
- 4 huevos camperos.
- 1 kilo de patatas.
- 250 cc de leche.
- 60 g de mantequilla.
- Cebolla Crujiente.
- Aove.
- Sal.
Preparación:
Hacemos el puré de patatas. Con la Themomix es muy sencillo. En el vaso ponemos la mariposa, las patatas, la leche, un poco de sal, y programamos 8 minutos, 90 º a vel 1. Al final añadimos la mantequilla y dejamos un minuto más. Retiramos la mariposa y trituramos vel 3.
De forma tradicional; hervimos las patatas con la leche y la sal durante unos 12 minutos, añadimos la mantequilla, esperamos un par de minutos más y trituramos.
Reservamos el puré en un bol y preparamos los platos con los aros. Freímos los 4 huevos y en un plato los cortamos y machacamos.
Emplatamos rápidamente para que no se enfríe.
Primero una capita de puré, luego el huevo, luego otra capita de puré, luego la cebolla crujiente.
Por último otra capa de puré. Y finalmente adornamos con un poquito de huevo y cebolla, o si os apetece una flor, o un poco de trufa rallada…. que era mi intención pero luego se me olvidó con el estres de las fotos.
Este es un plato que se mantiene fugazmente en pie. No hace falta que sea de otra manera, porque se come caliente y en un periquete, pero no soporta bien una sesión de fotos, ya que el peso de las capas de encima hacen que se vaya extendiendo y bajando como podéis comprobar.
Si tenéis que servir muchos, os recomiendo que tengáis el horno encendido a 50 grados y según emplatéis lo vayáis colocando dentro, mantiene la temperatura perfectamente, y así llegan a la mesa bien calientes.