Creo recordar que fue en el local Bodega 1.900 de Albert Adrià donde me sirvieron un original aperitivo al que llamaban “tartar de jamón ibérico”. La idea era tan simple como brillante, sencillísma de elaborar, y una buena forma de dar salida a zonas más complicadas en una pieza de jamón que por su calidad merezca ser aprovechada al máximo.
Después de aquel día, curioseando en internet, he encontrado otras preparaciones partiendo de un trozo de jamón ibérico a que a las que se le han llamado también tartar. Incorporan algún ingrediente más como cebolleta, pepinillo, alcaparra e incluso yema de huevo.
Pero cuando la materia prima es buena soy de los que piensan que cuanto menos se le añada mejor. Y si estamos hablando de un tartar de jamón de la categoría Sanchez Romero Carvajal o similar, en cualquier caso ibérico de bellota y de alta calidad, lo mejor es catarlo tal cual y con el mínimo aliño posible.
Al fin y al cabo encontramos definiciones de tartar como una preparación de carne o pescado crudo picado fino, opcionalmente con condimentos o salsas. O sea, opcionalmente. Y para los más clásicos la RAE habla de plato hecho con carne o pescados picados y adobados. Sin más.
En el caso del jamón, hablamos de un alimento crudo, curado con sal y por lo tanto si lo picamos ya tenemos un tartar. Podemos añadirle más cosas, para que quede jugoso e imite de alguna forma el clásico tartar de carne que incorpora algunos aderezos, pero insisto, para qué mejorar lo que ya de por sí constituye un manjar.
Os traigo hoy esta sugerencia porque me parece una idea fantástica para aprovechar hasta el final el clásico jamón navideño, que como el turrón, y los reencuentros familiares estamos deseando disfrutar al menos una vez al año.
En nuestro caso, ya que es una vez al año, ya que hoy estamos aquí y mañana a saber donde… y esas cosas que le animan siempre a uno a disfrutar de los placeres de la vida y afirmar venga claro que sí!!… apostamos por la mejor calidad y nos marcamos un ibérico de bellota como Dios manda y como podéis comprobar no nos dejamos ni las migas.
Para nuestro tartar….
- Un trozo de jamón ibérico de bellota (mejor la punta o una parte difícil de lonchear)
- Un poco de aceite de oliva virgen extra. (yo de la variedad Arbequina)
- Unos tarritos de vidrio con su tapa.
- Unas tostas de buen pan.
- Troceamos el jamón cuidando que los pedazos sean de tamaño similar.
- Trituramos con cuidado con el accesorio correspondiente de una batidora normal.
- Comprobamos varias veces como va quedando de pequeño hasta encontrar el punto ideal.
- Lo pasamos a un bol y lo rociamos con un hilo de aceite para que esté bien jugoso y removemos.
- Lo colocamos en el interior de unos pequeños tarritos de cristal con su tapa.
- Lo servimos así presentado con sus tostas para acompañar.