Recientemente me he hecho con un libro que llevaba mucho tiempo deseando tener; se trata de “La cuchara de plata”, el libro de cocina más vendido en Italia, cuya primera edición es de los años cincuenta. Un libro maravilloso que encierra más de dos mil recetas de la cocina tradicional italiana.
Uno de los capítulos más apetecibles es el de las tortas, o tartas saladas, y ésta que os traigo hoy es la que más me ha gustado. “La torta rustica arcobaleno” con pimientos de colores asados, queso, espinacas, prosciutto, crema, y una masa exquisita hecha en casa.
La receta está perfectamente formulada, lo cual es importante en los libros de cocina, ya que no sé si os habréis dado cuenta de que en ocasiones las cosas no salen “como en la foto”. Por desgracia ésto a veces sucede; por eso es importante acudir a buenas fuentes, ya sea en papel o en internet, para no perder el tiempo y la paciencia. Otra cosa es que cada uno de nosotros modifiquemos en ocasiones alguna cantidad porque nos resulte mejor desde el punto de vista de nuestro gustos o preferencias.
En este caso, como podéis comprobar nuestra torta salada es idéntica a la de la foto del libro y eso mola y mucho.
No negaré que es algo laboriosa de hacer, es decir, no estamos ante una receta rápida, pero eso para los que nos gusta cocinar es sinónimo de tarde entretenida de manualidades entre pinceles, varillas, y rodillos de amasar.
Cuando digo laboriosa, ojo!, no estoy diciendo difícil sino que la cosa lleva su tiempo. Pero creedme que la puede hacer cualquiera, aunque no sepa ni freír un huevo, siguiendo los pasos que hemos recogido perfectamente explicados y detallados en el blog de Claudia & Julia; tienda on line que nos encanta y con la que colaboramos de nuevo esta nueva temporada, probando sus artículos que son de la más alta calidad, y de estética maravillosa.
Como este molde para quiches o tartas de Emile Henry que ya hemos utilizado en más de una ocasión, por ejemplo AQUI.
Y AQUI tenéis las instrucciones de cómo hacer una tarta salada de verduras tan vistosa como lo es ésta. La “torta rústica arbolaleno” que significa arcoiris y hace referencia a los distintos colores que tiene su corte. Rosa del jamón, verde de las espinacas, rojo, amarillo, de los pimientos…. es una tarta preciosa y muy divertida de hacer para una tarde tonta de finales de verano, en que ya no apetece salir a hacer ningún plan especial.
Se puede tomar fría, caliente, o templada. A mí estas tartas saladas me gustan más bien frías, lo cual es una ventaja porque las disfruto mucho cuando hacemos un picnic, o de un día para otro que se concentran más los sabores.
La cocina italiana es rica en recetas con masas y diversos vegetales, y va mucho más allá de la pasta y la pizza. Cocina mediterránea, deliciosa y saludable.