Hay tartas que realmente puede hacer cualquiera, y estoy pensando en la típica tarde con base de galletas, que no necesita horno ni demasiada experiencia.
En mi libro de mesilla de noche de postres de chocolate, encontré esta de manteca de cacahuete y galletas oreo.
Muy ligera no es, está claro, pero rica está un rato y bonita es a más no poder!
Nunca hasta ahora había usado la manteca de cacahuete, ni tan siquiera la había probado aunque podía imaginar el sabor.
El resultado ha sido sorprendente, dulce y salado a la vez. Una tarta con carácter, diferente a cualquier otra que podáis imaginar.
Como todos sus ingredientes son muy potentes como postre cunde muchísimo porque nos basta con una pequeña porción.
- 20 galletas Oreo
- 75 g de mantequilla.
- 400 g de manteca de cacahuete.
- 175 g de azúcar glas.
- Separamos las galletas Oreo y retiramos la crema de dentro. Las machacamos y las reservamos.
- Derretimos la mantequilla y la añadimos a las galletas y las mezclamos hasta obtener una pasta
- En un molde de unos 22 cm y que se pueda separar la base del aro, colocamos un papel del horno en el fondo de forma que quede sujeto y sobre él extendemos la masa de galletas.
- Llevamos al frigorífico hasta que esté sólido. Unos veinte minutos.
- Batimos la manteca de cacahuete o maní con el azúcar glas y lo agregamos sobre la base.
- Volvemos de nuevo a enfriar, esta vez más tiempo. La manteca tiene que quedar bien durita.
- En un bol derretimos la mantequilla con el chocolate y el agua. Podemos hacerlos al microondas pero con cuidado de que no coja demasiada temperatura para que el chocolate conserve su brillo y textura.
- Cuando se haya enfriado, pero sin llegar a cuajar de nuevo, lo añadimos como cobertura y lo dejamos en un lugar fresco (mejor evitar el frigorífico ya que no es bueno que el chocolate se enfríe bruscamente).
- Desmoldamos con cuidado y presentamos adornado con unas onzas del mismo chocolate o unos bombones sencillos.