Las recetas con saquitos de pasta brick son un clásico en celebraciones, y por supuesto en estas fiestas de Navidad. Se pueden encontrar muchas recetas para rellenar saquitos de pasta brick, pero la que os traigo es una mezcla de ingredientes exquisita y muy original. En casa la venimos haciendo desde hace muchos años en la cena de Nochevieja, como aperitivo individual.
Me gustan por su textura crujiente, su aspecto delicado y por el factor sorpresa. Lo que llevan dentro no se ve hasta que no se rompen con el cuchillo y el tenedor.
Esta receta tiene un montón de años y es cosa de mi madre y sus recortes de revistas que guarda cuidadosamente como si fueran planos de tesoros escondidos.
Se compone de una confitura de envidia, que es el toque original, acompañada de deliciosos langostinos cocinados en mantequilla y un poco de jamón.
Advierto que esta delicia ha de ser preparada casi en el momento. Así que…
O bien sois pocos a la mesa ya sea debido al descenso demográfico, la huida de talentos al extranjero que no han podido volver por Navidad, o el auge de la familia monoparental.
O bien pertenecéis a la tribu urbana de los que os no os importa quitaros el delantal diez minutos antes de sentaros a cenar con tal de vivir experiencias únicas….
Cuando me llamaron de TVR, que es la televisión autonómica de La Rioja, para realizar una receta navideña no dudé en presentar este formidable aperitivo, por fácil, lucido, muy económico y riquísimo.
Pero si lo que preferís es que os lo explique por escrito de forma clara y precisa, tomad papel y boli o en su defecto impresora que allá vamos.
Ingredientes para 6 personas:
– 400/500 g de endivias, (una bandeja).
– 2 lonchas de jamón ibérico.
– 12 langostinos.
– 6 hojas de pasta Brick.
– 100 g de mantequilla.
– 4 cucharadas de azúcar.
– La parte verde de 1 puerro.
– sal.
Preparación:
En primer lugar cortamos las endivias en juliana. A continuación las pochamos en una sartén con un trozo de mantequilla ( en lugar de aceite ) y cuando comiencen a soltar agua añadimos el azúcar. Lo dejamos a fuego lento hasta que quede casi transparente, y finalmente salamos. Esperamos a que temple y escurrimos reservando la confitura de envidia sin líquido.
Durante el proceso anterior vamos escaldando en agua hirviendo la parte verde de puerro, para que se ablande. La sacamos con cuidado y cuando esté fría cortamos con un cuchillo, y a lo largo, seis tiras finas que será con lo que atemos los saquitos de pasta brick.
Pelamos los langostinos y los ponemos en otra sartén en un poquito de mantequilla y sal hasta que estén casi hechos y digo casi pues luego han de pasar por el horno donde se acabarán de hacer. Reservamos.
Derretimos unos 30 g de mantequilla en el microondas y con una brocha pincelamos las obleas de pasta brick por su cara externa. Damos la vuelta y colocamos primero el jamón, luego las endivias, y finalmente los langostinos en trozos.
Cerramos los saquitos con ayuda de otra persona que los sujetará mientras los atamos con el hilo de puerro, o si no disponemos de ayuda cerramos con cuerda de asados, y luego atamos con la de puerro que es más frágil y acabamos cortando la primera con ayuda de unas tijeras para eliminarla.
Los colocamos sobre papel de horno y los dejamos de 5 a 10 minutos a 180º. Sabremos cuando podemos retirarlos porque se comenzarán a dorar los bordes de arriba. Esa es la señal de que ya están en su punto. Y …. del horno a la mesa!
Estos saquitos de pasta brick, rellenos de confitura de envidia y langostino, son una forma de quedar muy bien en la mesa un día tan especial como el de Nochevieja. Sugerimos acompañar con una copa de champagne o de cava y degustar con la vista, el oftato, el oído e incluso el tacto.
Un plato para disfrutar con los cinco sentidos.
Que así sea el 2014!