Ingredientes:
– 400 g de salmón fresco sin piel.
– 400 g de merluza fresca sin piel.
– 300 g de gambón.
– 2 huevos L o XL
– 1 cebolla grande.
– 100 ml de nata 18% mg
– Tres o cuatro cucharada de tomate frito.
– Aceite de oliva.
– Sal.
Preparación: En una sartén pochamos lentamente la cebolla muy picadita en un chorro de aceite de oliva y con una pizca de sal. Cuando esté transparente la retiramos y reservamos. En la misma sartén colocamos los lomos del pescado, de forma que quede poco hecho pero manejable para desmenuzar falcilmente con los dedos. Lo colocamos en un bol y lo despojamos de cualquier resto de espinas que pueda tener, y lo deshacemos manualmente de forma que queden en pequeños trocitos.
Añadimos al bol los huevos batidos, la nata, el tomate (para dar el punto de color deseado), la cebolla pochada, el cuerpo de los gambones en dos o tres trozos, y lo salamos.
Lo colocamos en un molde alargado, previamente untado de aceite y pan rallado, para que el pastel no se pegue. Otra opción es recubrir el molde de papel albal, forrando cuidadosamente el fondo del mismo. Yo suelo hacerlo de ésta última forma porque resulta muy cómodo.
Lo metemos al horno precalentado a 180º y al baño maría, hasta que la aguja salga limpia, unos 40 minutos en mi horno.
Esperamos a que esté frío para desmoldar. Ya lo tenemos!
Este pastel mejora sustancialmente si se hace de un día para otro. Los sabores se integran y el resultado final es fantástico. Al no estar triturado tiene una textura muy agradable, se encuentra la merluza, el salmón, la gamba… va más allá del clásico pastel liso y sin relieves para el paladar.
Esta receta que os dejo es para 6 personas, pero podéis hacerlo hasta para 10 dentro del mismo molde, si este es lo suficientemente grande, o varios pasteles de una misma horneada. Basta con que incrementéis proporcionalmente los ingredientes.
Os va a encantar!.