Hace poco probé en casa de mi amigo Pablo, una paella de cordero de quitarse el sombrero. Posiblemente haya quien niegue el apelativo de paella a todo aquello que no respete los cánones y requisitos de la auténtica paella. Yo no soy tan purista y le llamo paella a cualquier arroz cocinado en ese tipo de recipiente, pues la paella es el utensilio en el que se cocina el arroz que luego lleva ese nombre. Si queréis saber qué es y qué no es una paella, visitad la web de la wikipaella y podréis zanjar discusiones y dilemas al respecto en situaciones comprometidas, sea lo ilustrado que sea, en el asunto, vuestro interlocutor. Esta reputada asociación, sin ánimo de lucro, nació para el conocimiento y reconocimiento, que es como ellos lo cuentan, de la auténtica paella.
En esta ocasión, me pongo el nombre por montera y para más inri presento mi paella, atípica, en una Skillet… por qué no? Se trata de una de sartén de hierro fundido que además podemos usar dentro del horno y con la que he llegado a conseguir un socarrat de echarse a llorar.
Este arroz además de llevar cordero y verduras lleva romero, con el que como sabéis combina fenomenal.
El romero tiene que ser fresco, no hay color con el seco que se comercializa en pequeños botecitos. Yo las hierbas siempre las compro frescas, haced la prueba y comparad. No me sirve el argumento de que en los blister en que se envasan viene demasiada cantidad y no necesitamos tanto. Se pueden congelar picadas en aceite (dentro de cubiteras) y guardarlas para un uso posterior. Pablo añadió también tomillo, yo no lo hice, pero quedaba muy bien por si os animáis. Este arroz además lleva judía verde, puerro, cebolla… un plato super completo y muy apetitoso.
La preparación y la formula exacta podéis consultarla en el blog de Claudia & Julia con el que colaboro creando contenidos como sabéis. Me encanta hacerlo porque su temática es siempre la cocina tradicional y de calidad, tanto en producto como en los utensilios. Mejor no visitéis su tienda online porque tiene más peligro que ir a comer a casa de Pablo. Ahora os cuento por qué.
Pablo, y bueno también su hermano gemelo Diego, son magníficos conversadores. Y cuando digo magníficos lo hago de forma consciente e intencionada… porque magnífico viene de magno. Su capacidad de hablar y hablar es del todo inusual aunque sus divertidas anécdotas como pilotos de Iberia te pueden dejar tan atrapado como la primera cucharada de este exquisito arroz que es como de otra galaxia!
Así que uno sabe cuando empieza la fiesta pero nunca cuando acaba y yo, que no es que sea precisamente parca en palabras, contribuyo bastante. Me encanta conversar en torno a la mesa, enlazar incluso la comida con la cena y lo que se tercie….
En esta ocasión, con la Skillet, calculé las cantidades para dos y lo llevé tal cual a la mesa para servirnos allí mismo y rascar luego esos granos pegaditos y tan sabrosos. Pero este plato se presta perfectamente a ser el protagonista de una gran comida, con mucha gente, solo con multiplicar los ingredientes. Es fácil de hacer y no me cabe duda de que gustará a todo el mundo.
Este arroz, de otra galaxia, le hemos bautizado “arroz a la pericia” no intentéis adivinar el motivo porque tiene algo de surrealista… básicamente porque adopta el apodo de un legendario y activo grupo de whatsapp. Tema este, el nombre de los grupos de whatsapp, sus funciones, bases y fundamentos que podría constituir perfectamente un buen pretexto para un largo y entretenido debate, conversación, discurso, o monólogo sin anestesia, de esos en los que el que firma esta receta es experto.