Una de las cosas que más me gusta del otoño y del invierno es que empieza la época de las naranjas y las mandarinas. Así que uno de los mayores placeres gastronómicos para mí es beberme, con los ojos cerrados, un vaso de zumo frío de una naranja bien dulce.
Es ésta una fruta que a los postres le va de maravilla. Me encanta el bizcocho de naranja y muchas veces lo hago para desayunar. Cuando ésto sucede también lo merendamos y si queda algo lo cenamos, vamos que nos alimentamos a base de bizcocho toda la jornada. No podemos resistir saber de su presencia y no tomar un pedacito, y otro, y otro.
Cuando supe de esta receta quise hacerla inmediatamente, pero no acababa de ver la manera de encontrar un chocolate blanco que fundiera bien sin necesidad de tener que ir en busca de chocolate de cobertura en gotas a una tienda especializada, que por cierto, en mi ciudad no existe.
Hace poco, estando en San Sebastián, fui a una tienda de material de repostería a comprar los moldes semiesféricos para bombones que conocéis; con los que hasta ahora he hecho de todo menos bombones. Ese día me fijé en una maravillosa colección de tarros con gotas de chocolate naranja, rosa, blanco, negro…. quise traer una muestra de alguno para probar…..
Y….. debo confesar que me traje el rosa!. Por una parte fue una especie de pink attraction y por otra tengo como reto hacer algún día el famoso pastelito de Bimbo “Pantera rosa”.
Es decir, que di la espalda a la cobertura blanca sin acordarme de que la iba a necesitar para esta receta. Sin embargo, desde hace algún tiempo, Nestlé dispone de un chocolate blanco para repostería. Había oido hablar de él y pensé que esta sería una buena ocasión para ver si funciona o no funciona.
Y os puedo decir que en mi caso me ha ido fenomenal. No se qué resultado dará en “repostería mayor” o sea, “super tartas” cubiertas de una flamante cobertura blanca, pero tened por seguro que lo voy a probar.
Ingredientes:
– 250 g de chocolate blanco.
– 150 g de mermelada de naranja.
– 4 claras de huevo.
– 2 ó 3 cucharadas de azúcar.
Preparación:
Derretimos el chocolate al baño maria. Para eso yo pongo unas onzas en un vaso bajo, o taza, dentro de una cacerola con agua que lo cubra hasta la mitad y voy removiendo y añadiendo más y más chocolate a medida que va fundiendo. Una vez fundido lo llevamos a un bol e incorporamos la mermelada.
A parte montamos las claras a punto de nieve, con varillas o con lo que os vaya bien. Yo lo he hecho con Thermomix; 4,5 minutos, vel. 3 y 1/2 a 37º. Cuando las claras estén casi montadas les añadimos el azúcar.
Llevamos el merengue al bol y lo mezclamos todo suavemente y con movimientos envolventes para que no pierda volumen.
Guardamos la mousse dentro del bol en la nevera durante un par de horas. Luego estará lista para servir adornado con un par de cortezas de mandarina o naranja. Es un postre muy dulce y con un regusto a naranja que le da un toque muy rico.
Si os apetece encontraros con trocitos podéis usar confitura en lugar de mermelada, o añadir trocitos muy pequeños de naranja confitada.
Una mousse diferente para sorprender.