Os traigo una propuesta ideal para las noches de terraza con cervezas y amigos en casa. Se trata un hummus de remolacha para tomar con tostadas, pan de pita, o como en este caso con tortillas mexicanas horneadas hasta que queden crujientes.
En casa nunca nos ha gustado la remolacha; no la solemos añadir a la ensalada que es como mejor se aprecia su característico sabor, y una las formas más comunes de tomarla. Supongo que esto se debe a que ni en mi casa ni en la suya nos la habían dado a conocer.
La remolacha cruda huele a tierra húmeda y una vez cocinada conserva cierto regusto mineral, a mí me agrada y también su textura, pero si sois anti-remolacha, y sin embargo no queréis renunciar a incorporarla en la dieta y aprovechar sus fantásticas propiedades tenéis esta opción; tomarla como hummus.
El sabor de esta crema fría para untar o “dipear” como aperitivo es delicioso. No recuerda para nada a la remolacha y predomina más bien el comino, el limón, el ajo y el sésamo del Tahíni (una pasta típica que se añade a muchos platos en Oriente Medio).
Sin embargo presenta un color super atractivo, fabuloso para una cena donde quieras quedarte con el personal. Además la hemos acompañado con unas tortillas mexicanas tostadas al horno a modo de biscote fino, algo que seguro tus invitados no han probado antes y les va a encantar!
- 400 g de garbanzos cocidos.
- 200 g de remolacha cocida.
- 1 limón.
- 75 g de sésamo tostado.
- 25 ml de aceite de oliva para hacer Tahini con el sésamo.
- 1 diente de ajo.
- 75 ml de aceite de oliva virgen.
- Sal.
- 6 tortillas mexicanas.
- En un robot de cocina ponemos los garbanzos y la remolacha.
- Exprimimos un limón y añadimos su zumo.
- Con una pequeña picadora hacemos el Tahini triturando el sésamo con el aceite de oliva hasta obtener una pasta fina.
- Añadimos dos cucharadas de Tahini al vaso del robot.
- Incorporamos también el diente de ajo picado fino, los 75 ml de aceite y la sal.
- Trituramos a máxima potencia hasta obtener una crema lisa y homogénea.
- Ponemos en un bol a enfriar en el frigorífico.
- Calentamos el horno a 180º y con un cortador de galletas rectangular marcamos y separamos las porciones de tortilla para tostar en el horno.
- Ponemos una hoja de papel sulfurizado en la bandeja del horno y sobre ella las láminas de tortilla cortadas en forma de rectángulo. Dejamos unos 5 minutos o hasta que se hayan dorado un poco y damos la vuelta.
- Hay que estar pendiente porque una vez giradas se hacen bastante rápido.
- Servir el hummus acompañado de las tortillas crujientes y tostadas.
Esta es una forma muy agradable de comer legumbres en verano cuando los platos de cuchara nos resultan más difíciles y que podemos incluso llevar, bien frío, a la playa o de picnic.
Resulta muy cómodo para compartir y una divertida aportación si hacéis el clásico plan en que cada uno lleva algo distinto a una comida o cena.
Una receta sin duda muy fresca y desenfadada.