Harrods; sección de bombones. En Harrods no llevan chaqué, ni falta que les hace. Despachan en uno de los edificios más emblemáticos y visitados de la ciudad. Pero visten un simpático sombrero a lo Mary Poppins que entona perfectamente con las calles aledañas; con casas bajas, a las que se accede subiendo 5 ó 6 escalones desde la calle entre pequeñas verjas de forja, igual que en el cuento.
Cuando visitéis estos grandes almacenes, por favor, no os déis la vuelta y os volváis por la misma Brompton Road. Salid por un lateral; el que da a Hans Crescent y pasear brevemente por Basil street, Pavillion road, y alrededores. Son esos típicos rincones que las guías no indican, tranquilos y con encanto.
Harrods es una oda al lujo. La sala egipcia en la planta baja es una auténtica pasada, pero a mí me llama más la atención que ese ambiente tan exclusivo alcance incluso a otras secciones como la de frutería y que uno se pueda comprar un plátano, por decir algo, bajo impresionantes lámparas colgado de un techo absolutamente rococó.
Aunque no sé si sabéis que los orígenes de Harrods, a principios del XIX, los encontramos en una pequeña “tienda que comida” abierta por un tal Charles Herny Harrod, que más adelante se trasladó a su localización actual, donde con el tiempo, fue haciendo ampliaciones mediante la compra las tiendas y casas adyacentes.
No me importaría nada vivir en una de esas casas a lo Mary Poppins y comprar diariamente el pan en la panadería de Harrods, donde también hay, como podéis imaginar, una espléndida bollería. Vitrinas decoradas, majestuosos arcos, mármoles y glamour.
Si sois amantes del té, lo vais a tener un poco complicado para elegir entre tantísima variedad. Estos son los pasillos donde debéis dejar de mirar el reloj y relajadamente valorar y escoger. Yo para eso soy un poco simplona, creo que partiendo de la base de que todos van a ser excepcionales, me llevaría los de la caja más mona.
Sin embargo, ésta es la estantería ante la cual empleé cosa de media hora. Iba, la miraba, me marchaba, volvía… La indecisión os acompañará allá donde vayáis entre los pasillos y las salas de Harrods. A menos que vuestro bolsillo os permita hacer un pedido importante y enviarlo a España en contenedor.
Si tenéis curiosidad en saber el desenlace de mi escarceo con este par de baldas; os diré que me llevé el paquete que está en la de arriba, si, los “Luxury butter Toffe”. Me pierde el caramelo y el toffe.
Cuando descubrí la sección de golosinas, y caramelos…. me quedé ya absolutamente bloqueada y sin capacidad alguna para tomar más decisiones de compra. No me lo puedo llevar todo??
Me di media vuelta y abandoné este templo a la gula.
Mi siguiente visita, ya por la tarde, Liberty.
Liberty se sitúa en el corazón de Londres, en una calle que sale de la famosa Regents Street. De modo que cuando uno la recorre, es imposible que este edificio, estilo tudor, nos pase desapercibido; pues asoma impresionante en una esquina.
Fue fundada en 1875 por Arthur Lasenby Liberty y vendía objetos importados de imperio anglosajón.
Mientras en Harrods, podréis subir en fantásticos ascensores decorados como una mini suite, o por sus escaleras mecánicas, las primeras en el mundo! En Liberty experimentaréis el olor y el crujir de la madera antigua subiendo de planta en planta…
En interior del edificio es impresionante. Las cadenas que véis en la fotografía sujetan importantes lámparas que cuelgan desde arriba. Vajillas exclusivas, telas maravillosas, delantales, bandejas, manteles, incluso muebles y ropa customizada con sus inconfundibles florecitas.
De tamaño bastante más pequeño que los almacenes Harrods, no precisa demasiado tiempo para recorrer sus secciones.
En la planta baja está la de papelería con unos cuadernos y libretas ideales de la muerte. No me resistí a comprarme una para anotar recetas, pero sigue sin estrenar por culpa de mi I pad que lo acapara todo.
Y por supuesto también está la sección de alimentación. Chocolates, caramelos…. deliciosas golosinas para gourmets. Como estas cajas de color rosa que contienen trufas de champagne!!
Los precios, igual que en Harrods, son altos. Pero siempre se pueden encuentrar cosas asequibles. Os daré una idea para un regalo…. que no sea de comer….que de eso encontraréis lo que queráis. Subid a la planta donde están los accesorios para baño… es ideal! …. allí encontraréis las típicas bolsas plastificadas, para llevar la compra, la merienda, o cualquier encargo.
Las de Harrods están más vistas, aunque me siguen gustando, pero las de Liberty son ideales. No busqueís el logo, no lo tienen; al llegar ya le contaréis al todo el mundo que habéis estado en Londres….seguramente al guardia municipal que te ve cruzar la calle no le importa demasiado….
Así que llévate una de Liberty…son ideales y son inconfundibles!!
Le regalé una a mi hija Marta; la verdad es que la miró y le dió exactamente lo mismo, pero cuando tenga unos añitos más le encantará.
Ayer os lamentábais algunos en facebook y en los coments del post, porque yo no aparecía en ninguna foto en Fortnum & Mason. Lo siento pero iba sóla. Me encanta pararme o seguir, según me apetezca, sin que nadie me tenga que esperar, y más aun si llevo mi cámara de fotos. Puedo ser insoportable! Creo que lo ideal para ir de compras es ir absolutamente sin nadie.
En todo caso, si os puede servir, mi rostro aparece escondido detrás de mi famosa cámara en el espejo de la derecha que cuelga sobre la bañera.
Y en fin…. también os puedo dejar una foto de mis pies!
Nos vemos mañana ….. a la hora del té!