Hace tiempo que compré en una tienda que me encanta de Madrid una cajita con letras para escribir mensajes en galletas o en fondant. Hasta hoy no lo había intentado con las primeras.
Me parecía que sería difícil que tras el horneado los surcos formados por las palabras permanecieran exactamente igual que nada más estamparlas. Ya sabéis que las galletas son delicadas al hornear, y conseguir que mantengan la misma forma que tienen recién cortadas es algo que no hay que dar por hecho; pues el calor tiende a difuminar los límites y los bordes. Pero como veis lo he conseguido así que ahora os voy a explicar cómo podéis hacerlo en casa.
Tras pensar unos minutos en el mensaje de mis galletas opté por algo corto y fácil; simplemente un nombre propio, el nombre de Marta.
La idea sería hacer unas galletas personalizadas que ella pueda llevar al colegio para el almuerzo. Y como le encanta el chocolate, igual que me sucede a mí, las vamos a rellenar con una ganache de chocolate sencilla, super cremosa, y muy buena.
Partimos de la base de galletas de mantequilla que siempre utilizo para las galletas decoradas. Las cortamos con un cortador rectangular con bordes, y finalmente estampamos el nombre de Marta en el centro con la ayuda de una regleta y unas letras de plástico pequeñas. Las encontraréis en un pack en tiendas de repostería.
Ingredientes:
– 500 g de Harina.
– 250 g de mantequilla punto pomada.
– 250 de azúcar.
– 1 huevo.
– Sal.
Preparación: Mezclamos en azúcar con la mantequilla y batimos. Añadimos el huevo y batimos otra vez. Incorporamos la harina en tres veces y un poco de sal. Nos quedará una masa algo grasa, un poco quebradiza pero que no se pega a los dedos. Formamos 2 bolas. Reservamos una en la nevera en film, y comenzamos a trabajar la primera.
Extendemos la masa sobre papel de cocina y una vez formada una plancha lisa la pasamos a una bandeja y la ponemos a enfriar aproximadamente 2 horas. La sacamos de la nevera y vamos haciendo los cortes sobre ella. En lugar de retirar las galletas retiramos los bordes de masa y así las manipulamos menos.
Con la masa sobrante hacemos una nueva bola y la metemos envuelta en film en la nevera (la podemos reutilizar dos veces más). Volvemos a refrigerar las galletas cortadas como unos quince minutos. El frío es muy importante. Las galletas tienen que estar muy duras para mantener luego su forma en el horno.
Es momento de marcar el nombre en la galleta. Para ello colocamos las letras necesarias en la guía cuidando de hacerlo de forma inversa, como si fuera un espejo, para que así se estampen de forma correcta. Tras esta operación de nuevo a la nevera otros 15 minutos. El tiempo necesario para ir precalentando el horno a 180º.
Las introducimos en el horno en la bandeja fría en que se encuentran. Cuando comiencen a dorarse ligeramente los bordes las sacamos (unos diez minutos) y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Preparamos la ganache de chocolate, y para hacerla vamos a necesitar:
– 100 cc de nata líquida.
– 2 hojas de gelatina.
– 50 g de mantequilla.
– 100 g de chocolate.
– 30 g de azúcar.
Podéis ver la receta de la ganache pinchado Aquí.
Esperamos a que la ganache esté bien fría y con ayuda de una manga pastelera, preferiblemente, hacemos tres montoncitos sobre una de las galletas. Al cerrarla con otra y presionar ligeralmente, se formarán tres ondas de chocolate que le dan al este bocado un aspecto muy apetitoso.
Podemos preparar estas galletas rellenas de chocolate para los almuerzos, para una merienda de niños o para repartir en el cole el día del cumpleaños estampando la fecha, o la clase, por ejemplo “quinto c”. En las bolsas de Bliss y cerradas con washi quedan ideales.
Triunfaréis!