No sabéis la cantidad de fotografías que veo al día. Entre Pinterest e Instagram, que son mis RRSS favoritas, para encontrar ideas e inspiración para cocinar bonito.
Algunas imágenes las paso de prisa, en otras me entretengo más y algunas; como las casitas que hace unas semanas seleccionó de la cuenta de la arquitecto siliciana Ilenia Modica @tv_stilllife, me las guardo.
El mosaico de IG de Ilenia hay fotos de las cuidades que visita y de desayunos bonitos, ahora mismo está subiendo unas fotos preciosas de Venecia, pero por casualidad un día subió una fila de casitas hechas de galleta que parecían las de las calles de Amsterdam acompañando a una taza de café y fueron mostradas al mundo virtual por tv_stilllife. Eran ideales!
Tv_ stylllife, con 17, 4 K floowers, hace diariamente una selección de fotografías de diferentes perfiles pero de similar inspiración que me encanta.
Al menos un par de veces nos han seleccionado a nosotros con una foto, como por ejemplo la que encabeza este post. Menuda ilusión!
Podéis entrar para localizar las famosas galletas originales que publicó Ilenia, que sirvieron de inspiración a las mías AQUI.
En la imagen que compartía, aparecen nevadas por un polvo blanco de azúcar glas y acompañadas de una taza de café. Son ocho, alguna la he hecho igualita, y otras me las he inventado. Me ha parecido relajante, divertido y maravillosa idea para jugar en casa con los niños, un día de invierno entre horno, manga rellena de glasa y olor a mantequilla.
Ingredientes:
– 1 huevo.
– 500 g de Harina.
– 250 de azúcar glas.
– 250 g de mantequilla.
– 1 cucharada de esencia de vainilla.
Preparación:
Es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Empezamos batiendo bien la mantequilla con el azúcar, hasta lograr una consistencia cremosa. Luego añadimos el huevo batido y la esencia, seguimos batiendo hasta integrar. Salamos y vamos añadiendo poco a poco la harina. Yo lo he hecho en tres veces.
Extendemos un poco de masa sobre una bandeja sobre un papel de horno, la refrigeramos durante al menos dos horas. Si disponemos de más bandejas mejor (yo tengo la de horno, otra bajita y una especial para hornear galletas), repetimos la operación y tenemos varias planchas de galletas listas para recortar. Yo lo hice por la noche y dejé la bandeja hasta el día siguiente. La masa endurece y se corta muy bien.
Cortamos las galletas con un cuchillo normal de casa y un poco de habilidad, este es un trabajo básicamente artesanal pero sencillo. Las casitas no tienen por qué quedar perfectas, ni iguales, pueden estar algo torcidas y ser unas algo más altas o anchas que otras. Mejor, queda más bonito.
Con una boquilla de 1, o sea bien fina, dibujamos la glasa (la podemos hacer o comprar hecha) sobre la galleta haciendo las ventanitas, la puerta, perfilando los contornos, dibujando guirnaldas….
Hasta obtener estas preciosas casitas de mantequilla holandesas que colocadas así una detrás de otra parecen una dulce fotografía de algún lugar del norte de Europa; al mí al menos me han recordado a las de Amsterdam, aunque también un poco a las de Bergen en Noruega.
Una idea fantástica para regalar, o para preparar un desayuno ideal dispuestas en una bandeja horizontal.