Si os digo que la receta más visitada en este blog es la de “la auténtica receta de fabada asturiana“, quizá os sorprenda un poco. A mí no demasiado, ya que soy de la opinión de que lo gourmet no está necesariamente unido a un plato sofisticado, sino a algo verdaderamente especial y exquisito como lo es ese plato tan popular, o como lo puede ser el que os traigo hoy; unas judías pintas que se conocen como alubias de canela, por su color, y que tienen una textura inigualable, gracias a su piel lisa casi imperceptible. Son pura mantequilla y su sabor es maravilloso.
En Asturias las llamamos fabes de canela, o fabes pintes, porque por allá es la alubia de color que más se utiliza.
En casa es uno de nuestros platos preferidos; nos encanta su caldo cremoso y gordito. Yo me suelo aprovechar porque siempre hay quien las quiere más secas, y me vuelvo a añadir más y más.
Una vez contamos con la materia prima, fundamental, es una comida de muy fácil y rápida preparación. Aunque hay que acordarse de dejarlas a remojo la noche anterior.
Nosotros las hacemos en olla express, mi madre así lo hacía, y mi abuela también. Mi bisabuela, que no la conocí, no tuvo esa facilidad, pero no dudo que de haberla tenido no le hubiera encontrado gracia alguna a la tarea de vigilar los guisos durante varias horas día tras día, con tantas otras cosas que hacer a la vez en la casa.
Así que me proclamo absolutamente devota de este invento que de no existir habría relegado a las legumbres a un lugar totalmente residual en los hogares del siglo veintiuno.
Esta disertación sobre la olla viene a colación de mi famosa receta de fabada asturiana; cuyo éxito en buena parte se debe a la escandalera que por aquel entonces se montó en las RRSS donde me dieron cera pero bien por no seguir lo que dicta la tradición, y saltarme varias horas de cocción a ritmo de chup chup.
Y como al personal le encanta el follón, allí que me leyó media España y parte del extranjero. Pues bien, la menda oriunda de “Uvieu” y con ocho apellidos asturianos, vuelve a ataque con “la auténtica receta de les fabes de canela”.
Así que “fabes con olla, chapter two”.
Y aquí tenemos a mi fiel amiga: La olla de BRA, la madre de todas las ollas express. Yo disfruto de la combinación estupenda que hacen la Bra facile y la Bra Efficient. La primera es toda de acero inoxidable y tiene una capacidad de hasta 6 litros, pero su tapa es compatible con la Efficient que es de 4, que a su vez y con una tapa standard se puede usar de cacerola.
Esta última me encanta, porque es un imprescindible en casa en momentos de: “marido de viaje y solo somos tres” o sea, una o dos semanas al mes. Es muy ligera, y va perfecta para estas situaciones.
Ingredientes:
– 1 taza de alubias de canela.
– 1/4 de cebolla picada.
-3 dientes de ajo picados.
– 1/2 pimiento verde.
– 1 chorizo, made in Asturias a poder ser.
– 1 hoja de laurel.
-1 cuchadita de pimentón dulce.
– Aove.
– Sal.
Preparación: Tras toda una noche a remojo en agua dentro de un bol, pasamos las alubias a la olla, con todo lo anterior, el agua las deber rebasar un dedo como máximo. Cerramos, esperamos a que suban los anillos y contamos 7 minutos. Apagamos el fuego y retiramos para poder abrir la olla. La colocamos de nuevo a fuego medio y semi tapada una media hora, para que reduzca el caldo. Si escasea añadimos agua fría, pero muy poco a poco. Mejor en varias veces, para que no pierda el hervor.
Servir! Las de la primera imagen más caldosas, las de ésta última con apenas caldo, cada cual a su gusto. Sea como fuere las alubias de canela son un verdadero manjar y un plato sin competencia en un día frío de invierno al calor del hogar.