Esta es una ensalada que os va a gustar por muchas razones. Su textura es crujiente, su combinación de sabores muy particular y agradable, y visualmente no puede es enormemente atractiva por sus colores tan vivos y cálidos.
Una ensalada templada ideal para estos días de invierno y aunque queremos cuidarnos, no nos apetece comer del todo frío.
Cuando preparo ensaladas, procuro tener los ingredientes unas horas antes a temperatura ambiente, todo lo contrario que en verano, así es más agradable y además se perciben con más intensidad los sabores.
Os diré antes de continuar, para los que habéis leído kale y habéis torcido el gesto, que se trata de la versión americana de la berza rizada de toda la vida. Allí lo llaman así, la variedad es algo diferente porque es más alargada pero se trata de la misma verdura.
Como veis llevo varios post seguidos dedicados a la comida saludable. He hecho un paréntesis en mi repertorio de dulces, tartas, y aperitivos suculentos que ya habrá tiempo para retomar. Son días en que lo que más nos apetece a algunos es este tipo de comida. Ensaladas, verduras, frutas…. para desintoxicar el organismo tras los abusos de las semanas anteriores.
Si aun no lo habéis visto os recomiendo en post que publiqué el viernes pasado sobre el limón y el jengibre.
Se trata de una bebida que templada y en ayunas es de gran ayuda para nuestros propósitos de bajar ese peso ganado últimamente. AQUI lo tenéis.
Pero es que además sé que muchos de los que me leéis estáis dando vueltas a la cabeza pensando en componer una “ensalada con estilo” para nuestro concurso de este mes. Tenéis aun tres días para preparalas y presentarlas dejando el link a vuestro blog en el post donde figuran las normas. AQUI os lo dejo por si os animáis.
Así que he decidido acompañaros y dedicar estos días también a pensar en ensaladas y de paso daros ideas, ya que como en las bodas… de un plato a veces surge otro.
Hoy además os quería anunciar quienes van a formar el jurado que seleccionará esa ensalada más rica (a simple vista y por su composición), más atractiva y mejor emplatada.
Se trata de:
– Silvia Icart de Chez Silvia. Y no la he elegido por que seamos muy muy amigas. Sino porque es una persona ideal para hacer esta labor. Silvia lleva cocinando por pasión y devoción desde hace muchos años, aunque sólo desde hace 5 la conocemos en las redes sociales. Recuerdo a Silvia, cuando yo empezaba, como la chica que ganaba todos los concursos. Sus platos y creaciones eran siempre las más originales, las más vistosas, no había dudas. Este año ha resultado ganadora del concurso de Nueces de California como blogger del año. Y seguro que algunos la conocéis por sus talleres Miele Center de Barcelona.
Silvia es además una virtuosa de la improvisación. Con las cuatro cosas que aparecen abandonadas en la nevera después de un viaje, puede sacar de la chistera un plato sorprendente y siempre…. con mucho estilo.
– Gemma Biosca de Foodandcakes. Lo mismo digo, y es que he tenido la fortuna de que las mejores amigas que me ha traído esta aventura de compartir contenidos en un blog sean además muy potentes a nivel gastronómico. Si Silvia es una artista de la improvisación, Gemma no se queda corta. Aun recuerdo aquella pizza en mi casa…. me dijo que la haríamos con comino, carne de cerdo picada… “Gemma de donde sacamos carne de cerdo picada?”. Fuimos al super, era sábado y era tarde, compró salchichas caseras y luego las desenfundó y desmigó su contenido sobre el queso. Yo la miraba alucinada.
Gemma sabe “un huevo” con perdón, de cocina. No le dio la gana de decirme, después de más de un año de amistad que su hermano Lluis era el conocido Lluis Biosca, Jefe de Sala del Bulli, sí ese que aparece tan elegantón en los reportajes que todos hemos visto. Y su tío, el desaparecido Juli Soler, socio de Ferrán. Al que no olvidaré por su simpatía y su buen trato en las ocasiones en que estuve allí.
Uno de sus hijos, Oriol, se dedica profesionalmente a la cocina, y desde aquí le deseo los mayores éxitos. Seguro que le irá bien, porque de casta le viene.
Y en fin, que os dejo en sus manos. Creo que van a elegir mucho mejor de lo que yo sería capaz de hacer. Y paso a contaros la receta de esta deliciosa ensalada.
Ingredientes:
– 100 g de Kale o berza rizada.
– Aceite de oliva virgen extra.
– Sésamo tostado.
– 300 g de remolacha.
– 1 cebolla roja.
– 40 g de nueces.
-20 g de queso azul (opcional).
– Aceite de oliva virgen extra.
– Vinagre de sidra.
– Mostaza.
– Miel.
– Pimienta y sal.
Preparación:
Pelamos la remolacha, la cortamos en trozos grandes y la cocemos en una cacerola con agua y sal, durante un cuarto de hora aproximadamente. Los trozos tienen que estar blandos; igual que cuando cocemos unas patatas.
Precalentamos el horno a 180º y sobre la bandeja colocamos una hoja de papel sulfurizado (papel de horno). Cortamos con los dedos las hojas de la berza, prescindiendo del tallo que es más duro y las colocamos en un cuenco. Salamos y rociamos de aceite, removemos.
Las colocamos sobre el papel y las introducimos en el horno unos 10 minutos hasta que queden crujientes.
Emplatamos colocando debajo la berza, después la remolacha cortada en trocitos más pequeños, luego la cebolla en rodajas, las nueces peladas y picadas de forma gruesa. Espolvoreamos con el sésamo. Si nos apetece añadimos un trozo de queso azul, yo no lo he hecho en esta ocasión pero le va de cine.
Finalmente incorporamos el aderezo. Lo haremos mezclando 4 cucharadas de vinagre de manzana o de sidra, tres de aceite, 2 de miel, 2 de mostaza, pimienta y sal y batiendo hasta emulsionar.
Una ensalada sublime que lo mismo podemos disfrutar a solas y entre semana que sábado noche en casa y con amigos.