Crema de coliflor, gorgonzola y piquillos.

Me gusta el otoño, sus colores tostados y rojizos como las hiedras de hoja caduca. Las cenas en petit comité en casa de los amigos. Cenas con velas, con conversaciones más largas, resumiendo la semana, ahora nos vemos menos que durante el verano….

Si duda el otoño se encuentra en este momento en pleno esplendor. Si, he dicho bien. A diferencia del verano o del invierno, el otoño y la primavera comienzan tímidamente modificando el paisaje, hasta que consiguen una transmutación completa.

Por un tiempo, antes de que haga demasiado frío, el paisaje permanecerá cubierto de un hermoso tapiz de verdes, ocres, naranjas y rojizos. Y si no llueve, es una ocasión estupenda para salir a pasear y perderse entre las hayas y los caminos tapizados de musgo. Coger piñas, hongos o setas si sabemos hacerlo…

Al igual que deseamos la llegada de la primavera con sus fresas, con los primeros espárragos frescos….. Cuando llega el otoño, el paisaje de mi cocina es otro, y los higos, la granada, las setas….. aparecen de repente como mi ropa de abrigo con el cambio de armario. Un nuevo aliciente para cocinar otra vez diferente.

A finales de octubre, todos los años compramos pimientos del piquillo en Puente La Reina. Te los venden recién asados… el mejor puesto el de Nieves… por si os interesa saberlo…Y también en este tiempo comienza a entrar la coliflor en casa.

Este es un aperitivo caliente de otoño. Se trata de una crema de coliflor con queso de gorgonzola acompañada de unos suaves pimientos del piquillo; cocinados lentamente en una sartén.

Con esta receta otoñal me presento al concurso que organiza Bra; “foto receta de otoño”. Me estoy pensando aun la foto que presentaré, soy muy indecisa y me gustan varias. Pero el concepto está claro. Quise buscar los ingredientes, los colores, y el clima otoñal.

En este plato, hay un pequeño guiño al invierno… que está a la vista…. no se si lo habréis descubierto ya. Vamos con la receta y luego os lo cuento.

Ingredientes:

– 1/2 coliflor.
– 1/2 litro de leche.
– 80 g de queso gorgonzola
– 300 g de pimientos de piquillo.
– 2 ajos.
– aceite de oliva.
– sal.

Preparación: En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva y dos ajos en láminas, los hacemos un par de minutos y agregamos los pimientos cortados en tiras y previamente salados. Tapamos y dejamos reducir a fuego lento una media hora, removiendo de vez en cuando.

Por otra parte, cocemos la coliflor troceada en una cacerola con leche y un poco de sal, hasta que esté blandita. Apartamos del fuego e incorporamos el queso. Batimos. Y montamos el plato, en mi caso, la copa.

Se trata de una copa de cocktail, me gustaba el efecto tratándose de un aperitivo caliente. Pero podéis servirla en un vaso bajo, o incluso en un pequeño bol. Como véis en la parte de abajo colocamos la crema y encima los piquillos. Adornamos con un toque verde… que puede ser menta, albahaca, si aun os queda, o en mi caso…. romero.

Las cantidades que os he dejado son para 4 personas. Pero yo me lo he tomado en pareja. Es una elaboración sencilla, al alcance de cualquiera. Para quedar fenomenal en una cena…… de otoño.

El queso gorgonzola me encanta, especialmente como aperitivo; es el queso azúl más suave y cremoso.