La tarta casera de queso con base de galleta es uno de mis postres preferidos. Suelo cubrirla con mermelada de fresa, frambuesa e incluso cereza.
Este petit four es un pequeño guiño a esa tarta riquísima que tanto nos gusta. Lleva los mismos ingredientes y fruta fresca. Unas impresionantes cerezas de tamaño espectacular.
Son cerezas de La Rioja, se las compro a Javier en su tienda De Torre Gourmet. Tiene una fruta estupenda, un poco cara, pero la calidad se paga.
Cuando las vi enseguida pensé en hacer algo con ellas más allá de comérmelas así sin más. Fue entonces cuando recordé un anuncio que vi en el finger de un avión. Llegaba al aeropuerto de Schiphol creo, y vi un enorme anuncio de cosmética. Ignoro la marca, de verdad, me fijé sólo en la foto; una cereza cubierta con una crema….. facial supongo.
Inmediatamente pensé en este postre que veis hoy aquí. Lo anoté rápido en mi I pad mini; que llevo a todas partes. En cada viaje abro una nota, “apuntes gastronómicos de Amsterdam” en este caso, y voy anotando todo lo que me resulta fuente de inspiración.
Como los escritores de novelas. A fin de cuentas soy una escritora de recetas…
La idea evolucionó hasta la tarta casera de queso. Así imaginé la crema facial comestible compuesta de nata montada con queso crema. El toque de la base de galleta lo encontraremos después ligeramente espolvoreado por encima en forma de polvo ocre.
Cortar en dos partes cerezas de semejante tamaño es muy fácil.
Con un cuchillo las dividimos en dos partes y con ambas manos las desprendemos simplemente girando una en sentido opuesto a la otra, como si las desenroscáramos. En el medio quedará el hueso, que se retira muy fácilmente con el palo de una cucharita de café.
Ingredientes:
– 250 g de cereza muy grande.
– 100 cc de nata 35% m. g.
– 2 cucharadas de azúcar glas aprox.
– 100 g queso crema.
– 4 galletas.
– 25 g de mantequilla punto pomada.
Preparación:
Abrimos las cerezas en dos y les retiramos el hueso como hemos explicado más arriba. En un vaso montamos la nata (mejor si está bien fría) con el azúcar. Os he puesto la referencia de dos cucharadas soperas rasas, pero probáis y a vuestro gusto.
Cuando esté montada añadimos el queso y removemos hasta integrar. A parte machacamos en un plato las galletas con un tenedor y les incorporamos la mantequilla bien blandita. Mezclamos hasta conseguir una textura arenosa. Reservamos.
Montamos el petit four, o bocado dulce, estupendo para el final de una cena….. de la siguiente manera: En el hueco de la pepita ponemos un poco de polvo de galleta, encima con una manga añadimos la crema de nata y queso, y lo adornamos de nuevo con nuestra tierra de mantequilla tostada.
Delicioso!!
Sin duda es la tarta casera de queso y cereza más rápida y fácil que hayáis hecho nunca! Sorprendente y original. La crema conviene prepararla en el mismo día para que no se ablande, aunque el queso siempre da consistencia a la nata montada. La reservaremos en la nevera hasta el momento de servir. Un postre refrescante, ideal para el verano, y muy gourmet.