Con ésta misteriosa invitación comenzó uno de planes más divertidos que me han surgido en lo en lo que llevo de año. El día 13 de mayo estaba convocada junto con otros 4 bloggers procedentes de diferentes puntos del país al primer evento blogger organizado por Nestlé Postres España.
Creo que eso ya os lo he contado por activa, por pasiva y por subjuntiva… no? Pues bien, qué podrían hacer un grupo de bloggers encontrándose en una ciudad como Barcelona y en la víspera de un Showcooking en el que iban a tener que cocinar, para otros, sus mejores pasteles…….?
Si, ya sé que el local parece extraño, unas tuberías a la vista, la barandilla de una escalera metálica… y lo que no se ve… un techo bajo, luz macilenta, y misterio…
Se trata de una de esas famosas cenas clandestinas que se están poniendo de moda. El lugar no existe; uno es informado de la dirección, la hora y la contraseña, y no sabe con qué se va a encontrar. Mola!
Puede ser una casa particular, una tintorería, o cualquier lugar que se pueda imaginar…. y tras recorrer algún pasillo… se llega a la mesa escondida. La contraseña:
La cena la prepara un chef profesional. En nuestro caso fue una cena Slow food y Km 0. Es una movida gastronómica muy de moda; productos naturales, recetas locales y deleite en el sentido del gusto sin prisas.
La contraseña “Rasputín”. A la hora convenida y todos vestidos de blanco (era el dresscode) entramos en un local que no diré de qué tipo era… Sonaba una música de fondo y a las 20.30 tornó y se convirtió en la conocida canción de Boney M, nadie de los que allí estaban entendían por qué, solo nosotros 9.Apareció entonces una persona que nos identificó y nos guió por un laberinto de puertas hasta el lugar concreto.
De izquierda a derecha; Patricia Sanchez, Manu Ruiz, yo misma, Miguel A. Roque, Gemma Biosca, Luisa Morón, Olga Pareja, Miguel Hinojosa y Patricia García.
La habitación recordaba a un refugio o un escondite de la Segunda Guerra Mundial. Techos bajos, como decía, forma rectangular, focos y lamparas de aluminio, y luz tenue salvo cuando lo encendimos todo para hacer alguna foto!
Lo del escondite me vino a la cabeza quizá porque recordé un restaurante donde estuve una vez. Estaba en Bergen, en el Brygge. Era un restaurante de bastante nivel y conocíamos al dueño. Para nuestra sorpresa después de la cena nos invitó a recorrer unos pasillos y subir una estrecha escalinata de madera para acabar ante una puerta pequeñísima. Tras abrirla, nos encontramos con una habitación escueta y de techos bajos, conservaba muebles antiguos y había sido un escondite; un lugar secreto donde vivieron durante meses unos espías en la segunda de las guerras. Desde allí retransmitían por radio, había fotos, y objetos personales auténticos. Me dejó embobada.
Este lugar, me recordó un poco a aquel sitio. Hasta tenía provisiones, como si nos fuéramos a quedar allí encerrados de forma indefinida. Creo que la noche del 12 fue tan divertida que no me hubiera importado que se prolongara de esta manera en el tiempo.
Era la cena nº 43.
Ese que está tan serio al fondo es Manu, el alma de la fiesta, aunque ahí no lo parezca. Doblada de la risa estuve media noche a su costa. Genialísimo el “momento Apartamento en Torrevieja” Alicante; que figuraba entre las opciones sobre las que llegamos a elucubrar como premio de Nestlé al mejor pastel.
Según Manu, Torrevieja está integrado en un 80 % por concursantes del 1, 2, 3, y uno se los va encontrando seguro cuando pasea por allí, la cosa es si serán pareja, o amigos y residentes en Madrid. Así lo iba contando él todo serio, mientras reíamos sin parar, en buena parte por los nervios… Yo estaba pelín filete.
Finalmente fue @Patrix, que así es conocida en tuitterland, la que se llevó el apartamento en Torrevieja-Alicante que vino a ser una estupenda Kitchen Aid…. dónde va a parar!
No es por despreciar el apartamento, pero es que si Patrix o yo, o cualquiera de los que allí estábamos sentados esa noche, hubiéramos podido elegir no lo hubiéramos dudado. Cosas de bloggers…. 😉
Esta es Olga Pareja charlando con Luisa Morón Ojeda, que tenía a su derecha, ambas fantásticas fotógrafas….. creo que se lo hubieran pensado si la opción hubiera estado entre la K.A y un mega súper objetivo bien luminoso.
La cena fue también un 1, 2, 3….
Filete Ruso de bonito y senderuelas, a continuación Crema de guisantes con pulpo y tap de cortí, y por último Hamburguesa de entrecot con huevo poché, queso pastor y colmenillas.
A modo de postre para disfrutar absolutamente slowly…. Emulsión de crema catalana con fresas y yogur.
Nos dieron las mil en el lugar clandestino… con la cosa de que no había nadie mas que nosotros desde el principio… era fácil que el tiempo pasara inadvertido.
Nuestro sentido común nos aconsejó abandonar el lugar para que pudieran recoger todo aquello. Pero luego a algunos nos falló estrepitosamente. En efecto cuatro insensatos, de los 9 asistentes, no pudimos resistir la tentación de tomarnos un cóctel en un imprescindible en Barcelona; el Dry Martini, pese al que al día siguiente tocaba estar de pie muy pronto y con buena cara.
Patrix y Manu con su mojito, Gemma al otro lado de la cámara delatada por su gintonic en primer plano, y la menda lerenda con un coctel de mango y piña riquísimo!
Aquello acabo tarde… muy tarde. 😉
To be continued……