En casa las hamburguesas nos gustan caseras pero “de casa”. El término casero se está empleando mucho a la ligera en productos que no se han hecho en casa de nadie. Suelo pedir carne de filete picada expresamente para mí y con nada de grasa. Nos las solemos comer simplemente con cuchillo y tenedor, pero los niños siempre me reclamaban el típico pan para hamburguesas con semillas de sésamo.
A veces he cedido, pero no me gusta nada la bollería industrial así que hace unos días me propuse aprender cómo hacer los bollos para hamburguesas y me sorprendí de lo fácil que es.
No sé en qué estaría pensando cuando se me ocurrió terminarlos con un corazón de sésamo… bueno en realidad sí… estaba tratando de pensar recetas para San Valentín. Y ciertamente me parecieron unos bollitos realmente monos para cualquier otra ocasión.
No es que a mí lo de San Valentín me vaya mucho, más bien paso absolutamente; al menos en lo que dicha fecha representa. Lo que me interesa únicamente de esta onomástica es el aspecto festivo, la disculpa para celebrar, o sea, cocinar, enredar y preparar originales recetas!
Dicen que todo empezó en Roma (la ciudad del amor) cuando el emperador Claudio II decidió prohibir la celebración de matrimonios entre jóvenes porque consideraba que los solteros sin familia eran mejores soldados al tener menos ataduras. Entonces San Valentín comenzó a celebrar matrimonios en secreto para jóvenes enamorados, y tras varias peripecias acabó martirizado y ejecutado. Cada país por su parte tiene luego otras leyendas…
Pero en cualquier caso podemos afirmar que se trata de una celebración tradicional de países anglosajones que nace, como no, en EEUU hacia mediados de siglo XIX.
En fin, que me pareció chulo presentaros la idea de estos corazones junto a un par de flechas en forma de pajitas mucho más inofensivas y sin intención de lanzárselas a nadie, aunque en una fiesta de hamburguesas nunca se sabe….
Ingredientes:
– 500g de Harina de fuerza.
– 1/2 cubito de levadura Levital.
– 1 huevo.
– 150 g de leche.
– 25 cc de aceite de oliva.
– 125 g de agua.
– 20 g de azúcar.
– 2 cucharaditas de sal.
– Sésamo (Santa Rita).
Preparación: En primer lugar, en un vaso diluimos la levadura en el agua, ésta ha de estar un poco templada, y la reservamos. En un bol batimos el huevo con la leche, el aceite y la sal. En un recipiente grande y cómodo para amasar colocamos la harina y el azúcar dejando un hueco en el centro donde vamos a verter todo lo anterior, primero la leche con el huevo, etc.. y luego la levadura diluida.
Comenzamos a remover todo con una cuchara de madera y cuando nos cueste seguir, empezamos a amasar con la mano. Si vemos que se pega cuando ya está todo integrado agregamos un poco de harina más.
Si tenemos Thermomix, podemos batir los líquidos en el vaso en vel 2, añadir la levadura disuelta, ir añadiendo la harina y el azúcar poco a poco en velocidad 3 y cuando ya la hayamos incorporado toda programar 2 minutos vaso cerrado velocidad espiga. Luego sacar la masa y darle forma de bola con la mano.
Nos tiene que quedar una bola lisa y que no se pegue a las manos. La dejaremos levar tapada durante una hora y media. Pasado este tiempo habrá doblado su volumen. La volvemos a amasar unos minutos y entonces hacemos las bolas de pan; primero con las manos y luego rodándolas sobre la superficie de trabajo como si fueran de plastilina. Finalmente las aplastamos un poco y las dejamos levar de nuevo otra hora más tapadas con un paño en la bandeja donde vayan a ser horneados y sobre papel sulfurizado.
Al cabo de este tiempo, colocamos un cortador como éste sobre cada una de las bolas y lo hincamos para que se marque. Sin levantarlo, pintamos dentro con un poco de agua y una brocha y soltamos las semillas de sésamo en su interior. Han de quedar pegadas.
Precalentamos el horno 250º mientras hacemos el proceso anterior, y lo bajamos a 200º para hornear nuestros panecillos. Antes de introducirlos colocamos una bandeja o bol con agua en la parte de abajo y luego colocamos la bandeja con los bollitos en el centro. En 10 ó 12 minutos estarán listos.
No puede ser más fácil preparar estos panecillos con sésamo para hamburguesas. Por supuesto los podéis emplear también para meriendas, o para almuerzos. Si los horneáis por la noche, a la hora de la cena, al día siguiente siguen estando frescos a primera hora de la mañana. Y así evitamos nuevamente los bollos o panes industriales para preparar bocadillos. Sin duda una opción atractiva y mucho más sana.