Tengo el orgullo de presentaros una riquísima receta de pasta que creo me inventé hace más de diez años. Nunca la había compartido con vosotros, aunque desde que escribo en este espacio la he preparado muchas veces en casa.
Hoy la he presentado elegantona, pero de ordinario la hago con farfalle de supermercado y en ración más abundante.
Normalmente en casa los farfalle que utilizo son de alguna marca conocida y nunca los había hecho con pasta fresca. He de deciros que ha resultado sensacional.
No sólo por el sabor y textura que aporta una pasta de calidad, sino porque la imagen del plato tan bonito y colorido ha sido el preludio de una elaboración verdaderamente exquisita que no os deberíais perder bajo ningún concepto.
Está claro que una buena materia prima influye, desde luego, en el resultado final de una receta, la buena pasta y sobre todo el buen brandy; que combinado con la manzana es la clave del éxito de este plato que os va a encantar.
Pero también podéis prepararlo con los farfalle que utilicéis habitualmente y con el brandy que tengáis en la cocina. El resultado seguirá siendo buenísimo.
Ingredientes:
– 1 cebolla pequeña.
– 40 g de mantequilla.
-1 loncha de jamón york no muy fina.
-1 manzana pequeña
– 200 c de nata líquida.
– Un chorro de brandy de calidad.
-125 g de farfalle de colores.
-125 g de farfalle de colores.
– sal
Preparación:
En primer lugar cortamos la cebolla muy pequeñita y la pochamos lentamente en una sartén con la mantequilla. Entre tanto vamos cortando en juliana la loncha de jamón de york, es decir en tiras muy finas como si fueran tallarines. Los reservamos y troceamos la manzana en cuadraditos muy pequeños.
Cuando la cebolla esté tierna, añadimos la manzana y la dejamos aproximadamente 10 minutos, hasta que esté tierna. A continuación incorporamos la nata, el brandy (yo Gran Duque de Alba Gran Reserva) y la sal y dejamos un ratito hasta que reduzca.
Por otro lado cocemos la pasta en 1 litro de agua con una cucharada de sal, que añadiremos rompa a hervir. Con unos 5 ó 7 minutos será suficiente.
Quiero explicaros para que lo hagáis con éxito, como se cuece la pasta de colores, sin que pierdan intensidad. Se trata simplemente de no dejarla excesivo tiempo en el agua, a más tiempo, los colores empezarían a clarear o a suavizarse y esto no nos debe pasar, sería una pena, porque es el atractivo, al menos en casos como éste, que hace que se diferencie un plato.
En una sartén pequeña con un hilo de aceite salteamos los tallarines de jamón hasta que estén un poco tostados.
En casa suelo incorporar el jamón en el mismo momento que la manzana, pero por la estética del emplatado los he cocinado a parte para poder presentarlos a un lado, con unos pedacitos de la manzana confitada en mantequilla como veis.
Así para emplatar, colocamos en primer lugar la crema al brandy, y sobre ella unos cuantos farfalle alternando los colores manzana y prosciutto. A un lado los tallarines de jamón y unos trocitos de manzana.
Contemplamos unos minutos el plato para comérnoslo también un poco con la vista, y al ataque! Mezclamos todo y saboreamos. Os sorprendera!