No quería dejar pasar este año y no haber compartido con vosotros este plato sencillísimo e ideal para recibir en casa. Se trata de una ensalada de sandía y queso feta que me sirvieron este verano a bordo del Liberty of the Seas de Royal Caribbean. Si os pedisteis el post de cómo se trabaja en sus cocinas aun estáis a tiempo de verlo AQUI, es impresionante.
Suelo tomar notas cuando voy a restaurantes sobre los platos que me han gustado y me siento capaz de hacer en casa; es una de mis fuentes de inspiración además de los libros de cocina, algunas revistas y otros blogs.
Sé que quedan pocos días para ver desaparecer la sandía de nuestras fruterías, pero aun se puede encontrar, así que os animo a que no perdáis la oportunidad y preparéis este rico plato para el fin de semana. Más adelante llegan sandías de importación para las fechas próximas a fin de año; por cierto es una muy buena opción para aligerar los pantagruélicos menús de esos días.
En cualquier caso, ya sea para ahora mismo, para dentro de un par de meses, o para el verano próximo, voy dejando testimonio de esta ensalada buenísima y cada cual que se organice como crea oportuno.
Ingredientes:
– 1/2 sandía sin pepita.
– Un trozo de queso feta.
– 1 pepino.
– 1 lata pequeña de aceitunas negras.
– brotes ( yo de rábano).
– Almendras (la original llevaba piñones).
– Lechugas baby, o canónigos, o rúcula.
– Salsa pesto (opcional).
Preparación:
Apoyamos la media sandía sobre uno de sus lados y cortamos rodajas de un dedo de espesor. De cada una de ellas vamos haciendo tiras alargadas desde afuera hacia la corteza interior. Nos quedará una media luna pequeña que descartamos.
Cortamos los extremos para que queden barrigas y las dividimos en dos.
Pelamos el pepino y hacemos pequeños dados. También cortamos en cubitos el queso feta y lo disponemos sobre el plato de la siguiente forma: Primero unas hojas de pequeñas lechugas, después la sandía, y alrededor el queso, el pepino y aceitunas negras troceadas. Salpicamos con almendra un poco picada, o si queremos piñones. Pincelamos con un poco de salsa pesto y adornamos con brotes. Estos dos últimos ingredientes se pueden encontrar en hipermercados y en tiendas gourmet.
A mí me gustan mucho los de Koppert Cress que son de gran calidad. El asunto cuando se compran brotes es que no siempre se consumen y nos acaban sobrando…. para ello Lékué ha creado un original gadget, el Herbsick del que otro día os hablaré, que también es útil si cambias de idea después de tener los brotes en casa y quieres posponer su consumo.
Aquí la tenemos! Una ensalada diferente, que sorprende por ser original, que es ligera y por tanto perfecta para recibir invitados que esperan tomar otro tipo de platos; pues las ensaladas se relacionan más con el día a día o con la dieta, y no tanto con comidas especiales.
Pudiendo así ser el principio de un menú de cuatro o cinco platos pequeños y postre que es lo que a mí me gusta preparar cuando viene gente a comer o cenar, para que prueben varias cosas, para satisfacer a todos y dividir el riesgo de no acertar con los gustos de cada cual.
Beatriz Rodríguez.