Ayer me quedé un tanto preocupada pensando en todos aquellos que pudisteis sentiros desanimados o impotentes ante semejante despliegue de cupcake. No me olvido de los principiantes, y de los que ni tienen manga pastelera ni se plantean usarla jamás.
Cómo entonces poder hacer algo especial para un desayuno de navidad….? Porque si me lo permitís, el de ayer es bien propio de año nuevo y para ese día me lo reservo, pero menos festivo y más sencillo debería ser el desayuno del 25, y seguramente con menos calorías, pues aun nos espera una importante comida, aunque engalanado y bien servido. En casa los desayunos de esos días los hacemos en el comedor del salón. La cocina es para el resto del año.
He pensando entonces, en proponeros abandonar el frosting de merengue suizo de ayer y dedicarnos a hacer un buen muffin o magdalena, que viene a ser lo mismo, pero con un buen copete, lustrosa y vestida de Vesly house.
Para ello, os remito a los ingredientes y el modo de preparación de los cupcakes de guinda y naranja confitada. Sin embargo os voy a dar unas indicaciones y consejos para que vuestros muffins luzcan maravillosos, altos y esponjosos.
Una vez hecha la masa para el muffin, pasadla a un bol y dejadla reposar una hora en la nevera. Cuanto más tiempo mejor. Podéis dejarla hecha el día anterior y encender el horno por la mañana. Y así, además, tomarlas templaditas. Recién hechas!
Ese es el truco. El reposo. Para hacer cupcakes es justo lo contrario, porque no nos interesa que suban, ya que necesitamos la superficie bien plana para poder tener espacio para decorarla.
Ya me quedo tranquila, y así os dejo las dos opciones. Una para alumnos aventajados, y otra para los más inseguros, o los que se están iniciando.
O si lo preferís, una para los más hacendosos, cocinillas, y disfrutones en la cocina, y otra para los que no se quieren complicar demasiado la vida.
Veis que copete más chulo! Estas las dejé reposar algo menos de una hora. Tampoco se trata de hacer un esperpento de magdalena con un copete de tres pares… Al colocar las guindas, o si lo preferís, frutas confitadas, intentad que os queden en la superficie al verter la masa al molde para que así, al levar, asomen por encima y las haga aparecer más apetitosas.
Cuanto más llenéis el molde más os van a subir. Yo las cubrí hasta los 2/3. También queda bonito, y es otra posibilidad, que aun luciendo copete, el muffin quede un poco dentro del molde, como si éste fuera una cestita que lo contuviera, y no asome del todo fuera.
Bien!, pues ya tenéis alternativa…. o podéis hacer la prueba a ver cuál gusta más en vuestra familia. En mi casa hubo empate, las chicas nos decantamos por el cupcake y los chicos por el muffin. Incluso a ellos les sobraba tanta frutita y tanto relleno. Vamos la simpleza hecha magdalena.
En lo que si estuvimos todos de acuerdo es en el papel tan bonito de Vestle House, es el modelo Elisabeth black; y se llama así por la reina Isabel 1, que conquistó el mundo para Inglaterra. El diseño de encaje representa la época en que gobernaba.
Unos “Muffins reales”!